Desde la mirada de un gato

Existen muchas maneras de mostrar la obra construida de los arquitectos, podríamos (volver a) decir que la más común es la fotografía y quien la sigue es el audiovisual.

Fotograma del cortometraje CAT.

El estudio brasileño, basado en San Pablo, del arquitecto Marcio Kogan, Studio mk27, tiene sin duda una técnica muy particular y entretenida de dar a conocer la suya.

Utilizando recursos audiovisuales, con una impecable fotografía y un storytelling que entretiene y cautiva, muestra sus obras a través de divertidos cortometrajes, llenos de referencias cinematográficas.

En la Filmoteca de la Fundación Arquia pueden visionarse gratuitamente algunos de los mismos.

De entre ellos, recomendamos el cortometraje “CAT”¹, producido por Marcio Kogan y Lean van Steel En este, se recorre la Casa Toblerone desde la mirada de un gato, el gato Kamylo, quien da un paseo por el proyecto de manera señorial. El punto de vista de la arquitectura es transferido al de un pequeño observador, a los ojos de un gato, que va descubriendo el territorio, pasando por cada uno de los ambientes de la casa, caracterizada por las líneas rectas.

Cómo no recordar, cuando hablamos de gatos y arquitectura, el libro de nuestra colección La Cimbra “Casas deshabitadas”². Como dice el prólogo del libro, escrito por María Teresa Muñoz, el autor, Juan Luis Trillo, reclama la propia experiencia del habitar como fundamento de cualquier construcción de espacios para la vida, y pasa a evocar una serie de vivencias de la infancia referidas a la casa propia que, más allá de su individualidad, puedan conformar un universo compartido, en mayor o menor medida, por el lector. Sin embargo, la aparición de un segundo protagonista, el gato, que va desgranando sus propias vivencias en paralelo a las del autor, condiciona la estructura dual de Casas deshabitadas, ya que existen dos voces equivalentes, la del humano y la del animal, consideradas igual de pertinentes para un discurso sobre la arquitectura.