

El coliving está siendo uno de las propuestas más controvertidas en el debate sobre la mercantilización de la ciudad. Aquí Iñaki Alonso propone una resignificación del concepto.
El antropólogo Manuel Delgado defiende en sus escritos e intervenciones que la ciudad y la vida urbana son por definición conflicto. Vídeo- entrevista en la revista “Crítica Urbana”
| Conferencia “Lo común y lo colectivo” en Media Lab- Prado.
Las etiquetas que nos diferencian ante aquello a lo que nos oponemos pueden ser útiles, a veces incluso necesarias. Sin embargo, pueden también convertirse en limitaciones autocumplidas. Aquí Andrés Carretero sobre prácticas de arquitectura “emergente”.
Lo conseguimos, es oficial: compartir mola. Después de años de remar a contracorriente y haber enfrentado resistencias, dudas y contradicciones, pareciera que no hay vuelta atrás: el futuro de la participación ciudadana y la colaboración es la integración en el sistema vigente.
Así lo dejan ver las innumerables campañas publicitarias en las que pintar murales y cultivar en huertos urbanos comunitarios ya no está tan mal visto.
Ejemplo de ello es la reciente campaña de Renault titulada #FeliZiudad, en la que el coche, a la luz de los inminentes cambios que se avecinan, intenta mantenerse como protagonista aferrado al nuevo imaginario construido por las iniciativas de promoción ciudadana y el trabajo comunitario.
Otro caso, convertido ya en producto estrella, es el coliving. Al parecer,1 se trata de una propuesta residencial dirigida a “jóvenes emprendedores” dispuestos a pagar entre un 80% y un 100% más del precio medio de una habitación en un piso compartido. Basado en viviendas de tamaño reducido (8-12 m2) con habitación y baño privado, ofrece la oportunidad de desarrollar los proyectos personales más ambiciosos gracias a la “aventura” de la convivencia en espacios comunes en los que “las sinergias creativas son las protagonistas”.
Vemos en ambos ejemplos cómo los valores verdaderamente importantes de autogestión, cuidado y apoyo mutuo, construidos a fuego lento, se mercantilizan y quedan en un segundo plano cuando la velocidad y el potencial simbólico que aporta la imagen instrumentalizan la arquitectura y el trabajo comunitario en favor de una narrativa: la de una ciudad desconflictivizada2 en la que compartir nos hará más felices.
“El Show de Truman” (1998) Se muestra una sociedad basada en relaciones previsibles que configura un orden social estable y fuera de todo conflicto donde cada cual cumple su papel.Pero, ¿qué responsabilidad debemos asumir quienes participamos de la divulgación e implementación de metodologías de diseño colectivo y comunitario?
Puede que, empujados por la imperante precariedad, nos hayamos visto arrastrados por etiquetas entusiastas3 y una lógica resultadista que invisibiliza la complejidad de las estructuras económicas, culturales y políticas que nutren la raíz de aquellos problemas sociales y urbanos que pretendemos enfrentar.
Sin olvidar la innegable necesidad de generar entornos y discursos que interpelen de forma sencilla a la sociedad, creo importante aceptar la posibilidad de que hayamos confundido lo sencillo y adoptable con lo simple y vacío. Que hayamos sido capaces de contribuir con discursos llenos de conceptos y objetos cargados de un poderosísimo valor simbólico, pero no de materializarlos más allá de en propuestas inocuas y fáciles de digerir que no producen ningún cambio estructural en la forma de relacionarnos y organizarnos como sociedad, pasando así a ser parte del problema.
El coliving está siendo uno de las propuestas más controvertidas en el debate sobre la mercantilización de la ciudad. Aquí Iñaki Alonso propone una resignificación del concepto.
El antropólogo Manuel Delgado defiende en sus escritos e intervenciones que la ciudad y la vida urbana son por definición conflicto. Vídeo- entrevista en la revista “Crítica Urbana”
| Conferencia “Lo común y lo colectivo” en Media Lab- Prado.
Las etiquetas que nos diferencian ante aquello a lo que nos oponemos pueden ser útiles, a veces incluso necesarias. Sin embargo, pueden también convertirse en limitaciones autocumplidas. Aquí Andrés Carretero sobre prácticas de arquitectura “emergente”.
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DISEÑO GRÁFICO
FOLCH
ISSN 2605-3284
© de esta edición,
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