Desde la Fundación Arquia, celebramos el Día Universal del niño con un recorrido de propuestas y arquitectos relevantes en la relación entre los más pequeños, la arquitectura y el espacio en el que viven.
“Es un día de celebración por los avances conseguidos, pero sobre todo es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.” UNICEF1
Se debe recordar que todas las niñas y todos los niños deberían tener derecho a la salud, a la educación y a la protección, independientemente del lugar donde habites, además, al ser el colectivo más vulnerable se tendrían que generar medidas para evitar una situación de abandono. Mostrando especial interés en los países del mundo donde hay niñas y niños que viven en condiciones excepcionalmente difíciles y que necesitan particular atención y reflexión.
Architecture for Children es una iniciativa desarrollada por Vicky Chan, arquitecto de Hong Kong, que ha llevado a cabo un programa en el que considera que las niñas y niños tienen mucho que decir en el diseño arquitectónico de las ciudades. Uno de sus objetivos principales es que, al enseñar arquitectura, diseño sostenible, planificación urbana y el uso eficiente de los materiales, se acostumbrarán a pensar en esos términos y esto ayudará a crear entornos amistosos con estos grupos sociales.
También encontramos iniciativas con el punto de mira en la infancia como es la de ‘Autocoles’ del colectivo artístico-arquitectónico Basurama, en la que trabajan para rediseñar los espacios de ocio de los colegios, como los patios. Esto lo hacen teniendo en cuenta a todas las figuras que conforman los espacios escolares desde los docentes hasta los más pequeños. Ponen el enfoque en los patios porque tal y como dice Mónica Gutiérrez, integrante de Basurama, “Los patios están diseñados desde una perspectiva que genera una desigualdad tremenda. Son ‘deportecéntricos’, lo cual genera una desigualdad primero de género y luego de edad”.
Tal y como destaca la corresponsal del blog Virginia Navarro en su artículo2, el patio es uno de los espacios públicos más importantes y formativos de nuestra infancia. En el surgen aspectos como el compañerismo, la convivencia, la solidaridad o la igualdad, elementos fundamentales para el buen desarrollo emocional.
Además, señalamos proyectos como la escuela METI de la arquitecta Anna Heringer, conocida por sus proyectos arquitectónicos humanitarios, diseños en los que fomenta el uso de lo local y una cultura sensible frente a una arquitectura cada vez más aplastada por la globalización. En la escuela METI, tal y como dice el propio estudio, destacan que:
“El resultado final (…) es un edificio que crea espacios colectivos hermosos, significativos y humanos para el aprendizaje, enriqueciendo así la vida de los niños a los que sirve”
En otro artículo de la arquitecta Virginia Navarro, destaca la importancia de la participación de los niños en la creación de sus espacios3 para generar altos niveles de motivación y compromiso, además de incrementar su aprendizaje y creatividad. En plena crisis de la pandemia, el estudio Fosters and partners publicó una serie de retos virtuales con el hashtag #architecturefromhome para que, a través de unas plantillas de papel, las niñas y niños se mantuviesen ocupados y aflorase su creatividad diseñando su propia ciudad. Quizá de las propuestas obtenidas se pudiese rescatar esa ilusión infantil a la hora de diseñar ciertos espacios que, al fin y al cabo, son pensados para ellos.
“No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana.”Plan de acción de la Cumbre Mundial a favor de la infancia.
Chiquitectos es otra iniciativa cuyo proyecto lúdico y educativo tiene como objetivo despertar en los niños el interés por la arquitectura, el entorno, la ciudad y el desarrollo sostenible. Mediante distintos juegos y la elaboración de dibujos, construcciones, collages, y maquetas de distintas escalas (elaboradas en su mayoría con materiales reciclados), los niños trabajan e interaccionan con el espacio, experimentan con los distintos materiales y formas, con la luz, descubren la importancia de la estructura y comprenden el significado de la escala y la proporción. El proyecto dirigido por Almudena Benito fue finalista en expuesto entre los 24 seleccionados del III Foro Arquia/Próxima A Coruña 2012.