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Por María Fluxá Desde El Mundo
“En la actualidad, la circulación de gente, bienes e información a nivel global no tiene precedentes. El acceso a los lugares más remotos, así como a los objetos más diversos, es más fácil; pero también esa movilidad genera crecientes desigualdades, asentamientos precarios. Para unos se desdibujan las fronteras, para otros es imposible saltarlas.
Enfrentarse a esta realidad es el objetivo de la trienal de arquitectura de Oslo, el próximo año, cuyos comisarios son cinco arquitectos españoles. Reunidos bajo el apelativo ‘After Belonging’,su proyecto [elegido entre casi un centenar por unanimidad] centra el foco en los retos futuros de la inmigración, investigando cómo la arquitectura puede reaccionar al tránsito humano, así como a los asentamientos que éste genera, ya sean temporales o definitivos. (…)”
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