“Habitar el margen”. Umbrales urbanos y escuelas. Poblenou, Barcelona

“La arquitectura se da en el encuentro de las fuerzas interiores-exteriores de uso y de espacio. Estas fuerzas interiores y ambientales son generales y particulares, genéricas y circunstanciales. La arquitectura como muro entre interior y exterior es el registro espacial y el escenario de este acuerdo. Reconociendo la diferencia entre el interior y el exterior, la arquitectura abre sus puertas al punto de vista urbanístico.”

Venturi, R. 1966. Complejidad y contradicción en arquitectura

 

Habitar el cerramiento. Umbrales urbanos: Valla/banco adaptable en Nueva York. Interboro arquitectos / Valla-pérgola flexible en Madrid. Ángel Borrego Arquitecto / Valla-banco adaptable en Barcelona. mayorga+fontana arquitectura

Justo en estos días se ha anunciado que el proyecto de comisariado seleccionado para la nueva edición de la Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo (BIAU, 2022), es la propuesta denominada “Habitar al Margen”. En esta ocasión se pone el foco en “la necesidad de repensar los espacios privados y los públicos, y en la importancia de la arquitectura en las nuevas formas de vivir a partir de la emergencia sanitaria”. Toda una oportunidad para reflexionar y promover ideas sobre la sostenibilidad urbana y la capacidad de la arquitectura de proponer espacios más flexibles y adaptables en la vivienda, el espacio público, los equipamientos y la ciudad en general.  Habitar el margen¹ en arquitectura plantea muchas acepciones y aproximaciones, evidenciando la necesidad de comprender y afrontar el problema de las condiciones de habitabilidad de espacios de distinta escala y naturaleza que son y conforman límites y transiciones, en y entre los edificios, los lugares, las ciudades y los distintos territorios.

Los centros y entornos educativos son unos de los espacios de renovado interés en el debate urbanístico y arquitectónico actual. En su distribución repartida por la ciudad configuran centralidades que, como también propone en París Carlos Moreno asesor de la alcaldesa Anne Hidalgo, pueden adquirir un papel urbano renovado y más articulado. Como equipamientos de barrio, además de establecer relaciones con sus entornos de distancia y geometría variables, podrían configurar en los límites, a través de sus vallas y cerramientos, espacios más confortables donde se desarrollen actividades de proximidad. Por esto cabe preguntarse: ¿Qué sucede en los márgenes de las escuelas?, ¿Qué condiciones ambientales tienen?, ¿Qué relaciones sociales se pueden producir?, ¿Qué actividades, usos y apropiaciones promueven?, ¿Pueden establecer relaciones de continuidad espacial y funcional entre el interior y el exterior?, ¿Pueden articular iniciativas urbanas entre el espacio público y los equipamientos educativos? o ¿Pueden, además de cerrar y proteger, también promover aperturas estratégicas e integradoras centro-entorno?

Este tipo de preguntas son la base del proyecto “Umbrales urbanos” para la calle Perú-Paraguay en Poblenou², uno de los ganadores de la convocatoria 2021 “La ciudad proactiva” de la fundación BIT Habitat del Ajuntament de Barcelona. La propuesta plantea transformar y adaptar de forma estratégica el cerramiento existente en una decena de equipamientos escolares y deportivos, alineados sobre la misma vía, que se desarrollará según cuatro líneas de trabajo:

1.  Una estrategia urbana de conjunto.
2.  Una plataforma vecinal comunitaria
3.  Una plataforma digital colaborativa
4.  Unas intervenciones piloto con construcción de nuevos prototipos de cerramientos.

Es clave el papel que juegan los cerramientos y los muros en la calidad ambiental de una calle, por esto es necesario repensar las vallas de los equipamientos públicos como nuevos espacios de oportunidad, y enfocar el problema del límite como un lugar donde pueden pasar cosas o donde sencillamente es agradable estar, transitar o pasear. Se trata de un proyecto de arquitectura liminar ³, de repensar la valla como espacio para establecer nuevos acuerdos entre interiores y exteriores muy diferenciados, de configurar escuelas con “umbrales urbanos activos” y más habitables, hacia una ciudad educadora que vaya “mucho más allá de las aulas”.