La arquitecta asturiana Ester Roldán, cofundadora del estudio Longo+Roldán Arquitectos y corresponsal habitual del Blog Fundación Arquia, nos propone a través del Centro de Documentación de la Fundación Arquia, un homenagje a Vittorio Gregotti,1 fallecido el pasado 15 de marzo 2020 a través de una selección de películas, documentales e intervenciones artísticas que nos acercan a la ciudad de Milán, actualmente muy golpeada por la epidemia del Covid-19.
- Miracolo a Milano (Vittorio De Sica, 1951, 91´)2
Entre el neorrealismo y la comedia fantástica, sigue siendo una película conmovedora con un planteamiento en tono de crítica social. La trama se desarrolla como una fábula que tiene por protagonista a Totò, un niño huérfano que sueña con un mundo donde “Buongiorno voglia davvero dire buongiorno”. Totò vive en un mísero barrio de chabolas a las afueras de Milán, producto del movimiento migratorio masivo tras la Segunda Guerra Mundial desde el campo hacia la ciudad, que por aquel entonces ya está fuertemente industrializa; el abandono, el gris permanente del cielo y la crudeza de las calles desiertas y los descampados son reflejados magistralmente por De Sica.
La escena en la que, tras robar una escoba, todos los personajes se suben a caballo en ella para elevarse por encima de la Piazza del Duomo y volar sobre Milán es memorable, y sin duda inspiró a Spielberg para ET.
- La notte (Michelangelo Antonioni, 1961, 122´)3
Enmarcada en el género del drama psicológico, y protagonizada por Marcello Mastroianni, Jeanne Moureau y Monica Vitti, esta película forma parte de la famosa trilogía sobre la incomunicación de Antonioni, junto a La aventura (L’avventura, 1960) y El eclipse (L’eclisse, 1962).
Su argumento trata en este caso la incomunicación en las relaciones sentimentales, la infidelidad o el miedo a estar solos, con un discurso visual impecable. Resulta especialmente interesante la escena en la que una de las protagonistas, Lidia, pasea por Milán, por cómo encuadra el realizador los edificios y representa la ciudad como un sistema carente de sentido, abstracto.
Sin duda, una de películas que mejor han retratado la arquitectura racionalista milanesa de la posguerra, representada por obras de Nervi, Ponti o Moretti.
Fotograma de la película ‘La notte’ (Michelangelo Antonioni)
- Happy Family (Gabriele Salvatores, 2010, 90´)4
Conocido internacionalmente por ganar el Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 1991 con Mediterráneo, en esta película Gabriele Salvatores rueda una disparatada comedia ambientada en Milán, y en cuya trama se nota claramente la influencia de Pirandello y sus Seis personajes en busca de un autor.
Entre antiguas case di ringhiera, tipología edificatoria propia del Milán del Ottocento similar a las corralas madrileñas, y los polémicos salones de masaje chinos de via Sarpi, la película de Salvatores supone también un particular homenaje a la ciudad, con el Nocturno n.20 de Chopin sonando de fondo.
- Rocco e i suoi fratelli (Luchino Visconti, 1960, 171´)5
Sin duda uno de los mejores ejemplos de neorrealismo italiano: el propio realizador afirma haber inspeccionado Milán exhaustivamente, desde al centro hasta la periferia, para escoger personalmente todas las localizaciones.
La película comienza en la Stazione Centrale, a donde llega desde su pueblo natal la anciana Rosaria con sus cinco hijos buscando un futuro en la industrializada capital lombarda, como hicieran tantas otras familias provenientes de las regiones del sur entre los años 50´y 60´. Pero la ciudad que se encuentran les resulta hostil, gris: Visconti utiliza la arquitectura milanesa de la periferia para denunciar los aspectos más conflictivos y dramáticos del crecimiento descontrolado de la urbe, con un enfoque casi teatral.
La escena en los tejados del Duomo es bellísima, tanto como duro el retrato de Fabio Filzi, el barrio de viviendas sociales proyectado en la época fascista por Franco Albini (maestro de Gregotti) donde la familia se ve obligada a hacinarse en un minúsculo sótano de alquiler y que se conserva idéntico en la actualidad.
- Ieri, oggi, domani (Vittorio De Sica, 1963, 118´)6
Película articulada en tres episodios ambientados cada uno en una ciudad italiana (Nápoles, Milán y Roma), pero interpretados todos ellos por Marcello Mastroianni y Sophia Loren.
Milán sirve de escenario para la aventura extramatrimonial de Anna, una rica mujer casada, con un hombre de condición humilde. De Sica ofrece su particular mirada de la ciudad siguiendo el recorrido de Anna en un flamante Rolls-Royce desde la Piazza del Duomo para atravesar a continuación Piazza della Scala, Piazza della Repubblica y Piazza Duca d’Aosta, y tomar viale Tunisia hasta llegar a via Ludovico il Moro, donde la espera su amante. Mientras se alejan juntos por la A1, puede observarse al fondo Metanopoli, la company town proyectada por Mario Bacciocchi. Todo un homenaje al Milán de los años 60´.
Fotograma ‘Ieri, oggi, domani ‘(Vittorio De Sica, 1963)
- L’albero degli zoccoli (Ermanno Olmi, 1978, 179´)7
Vencedora de la Palma de Oro en el 31º Festival de Cannes, la película está ambientada entre 1897 y 1898, y cuenta la vida cotidiana de cuatro familias de campesinos que habitan en una cascina, tipología edificatoria característica del mundo rural en la Italia septentrional que consiste en un conjunto de edificaciones agrupadas en torno a un gran patio, y que incluye cuadras y establos.
En una escena en la que se narra la travesía de una pareja de recién casados por los canales que conducen a Milán, con una suite para cello de Bach de banda sonora, es posible reconocer varias edificaciones destinadas en aquella época a residencia estival de la clase burguesa milanesa, como Villa Gaia, en Robecco sul Naviglio, el puente de Castelletto di Cuggiono o la iglesia parroquial de Bernate Ticino.