Generación #Instagram
¿Eres instagramer? Si lo primero que te ha venido a la mente es “¿Eso que es?” la respuesta es no. La red social Instagram, desde 2012 propiedad de Facebook, fue fundada en 2010 con el objetivo de proporcionar una plataforma en la que usuarios de todo el mundo compartieran sus fotografías. A priori una de tantas otras redes sociales, si bien su éxito se ha basado en el dinamismo y especificidad de contenidos que ofrece.
Sin embargo no estaríamos hablando ahora mismo de Instagram de no ser por su reciente aplicación como herramienta de difusión arquitectónica. De todas las novedades que ofrece OMA.EU – web publicada en 2015 – sin duda la más interesante y esperanzadora es la relativa a la fotografía de arquitectura. O a lo que llaman #OMApostoccupancy.
Haciendo uso del contenido publicado en Instagram, OMA.EU selecciona imágenes aparentemente espontáneas de usuarios de todo el mundo, con la única condición de citar su @autor. Esta estrategia nos ofrece la posibilidad de liberalizar la mirada y poner en manos del usuario los medios suficientes para que éste narre la arquitectura desde su propia perspectiva. Es la muerte del fotógrafo profesional.
Y es que tenemos malas noticias para el fotógrafo de trípode y carrete, incluso para su moderna versión equipada con drone y GoPro. Hemos asistido a la sustitución del © por el @. El rol del fotógrafo profesional ha quedado obsoleto con la aparición de tan inmenso número de usuarios de Instagram, u otros omnívoros consumidores de redes sociales.
Imagen 1_ T4 Madrid por @_sergiogp
Ahora bien, ¿qué clase de fotografías nos ofrece Instagram? Podemos diferenciar dos familias. Una primera familia de fotografías amateur con tintes profesionales, que se esfuerzan por jugar a ser fotógrafo profesional, a menudo con un smartphone y bastantes buenos resultados (Imagen 1). Y más interesante si cabe, una segunda familia de fotografías, espontáneas y rebosantes de naturalidad, que nos dan una visión más real de lo que ocurre en los edificios una vez que el arquitecto desaparece después del día de la inauguración. Fotografías, a diferencia de la mayoría de fotografías profesionales, no escenográficas ni preparadas, y que hablan de la post-ocupación de la arquitectura. Es a lo que llamamos fotografía de post-ocupación. (Imagen 2)
Imagen 2. A la izquierda © Philippe Ruault. A la derecha @romicortierdesign.
Dos espacios similares narrados por un fotógrafo profesional o como fotografía de post-ocupación.
Entendida esta situación, esta oportunidad, ¿quién volverá a ponerse a disposición de un fotógrafo profesional de arquitectura cuando puede dejar que, de manera natural, el discurso sea narrado por aquellos que la viven? Instagram nos permite no sólo compartir nuestras imágenes sino visitar ciudades o edificios a golpe de hashtag. En una sociedad que pasa horas y horas en la web, ningún proyecto volverá a llamarse sino con la almohadilla que permita localizarlo en redes. Y bien, ¿queda espacio para la fotografía o sólo para la #fotografía?