manuel saga

Hazte bloguero, a ver si aprendes

Que quede bien claro: Una escuela de arquitectura no puede, ni nunca podrá, formar a sus estudiantes en todos y cada uno de los aspectos que forman parte de nuestra disciplina. No es posible a nivel infraestructural, siempre falta el dinero. Mucho menos si tenemos en cuenta los planes de estudios y las leyes que regulan la academia, centradas en las atribuciones profesionales y la “licencia para matar” que nos otorga nuestro título. Por último, no se puede porque ni todos los estudiantes ni sus profesores tienen los mismos intereses. Conocer y formar en los cuasi infinitos aspectos de la arquitectura es imposible, tan imposible como lanzar una moneda y que salga cara y cruz al mismo tiempo.

Si aceptamos esta limitación, que siempre ha estado ahí, resulta natural el surgimiento de iniciativas 1 que van más allá de los programas curriculares. Nadie con un mínimo de sangre en las venas se encerraría a sí mismo en unas estructuras académicas que no alimentan todas nuestras inquietudes. A nadie le queda bien a la primera un traje que está diseñado para miles, hay que meterle un poquito a las mangas, un ajuste a la cintura.

No creo que hacer esto sea algo especialmente nuevo, pero ahora resulta más fácil que nunca. Por eso, hoy en día nos toca a todos ser editores de contenidos, de actividades, de proyectos e iniciativas. ¿Te interesa construir con basura? 2 Ya no estamos en 2001, posiblemente haya toda una red de gente ahí fuera que ha tenido exactamente la misma idea. ¿Te apetece diseñar un videojuego? 3 ¿Quieres aprender de arquitectura de la buena, de la de siempre? 4 Ninguna exploración sobre estos temas estará completa si no salimos del nido. No estar conectado es vivir en un tiempo que no es el nuestro, una irresponsabilidad, casi diría una negligencia.

Participar del mundo editorial digital es hoy una obligación. No por los que nos leen, que ya tienen cientos de posibilidades alternativas a la nuestra; aquí nadie está inventando nada. Lo hacemos por nosotros mismos, para seguir aprendiendo, para seguir formándonos 5. Si nos interesa un tema deberíamos buscar a los que saben, experimentar con lo que nos cuentan, probarlo en nuestro propio contexto y contar la experiencia. Creo que, sólo así es posible definirnos en un entorno lleno de descripciones planas.

Así que amigo lector, si aún no lo eres, hazte bloguero. A lo mejor al principio no te atreves a montar tu propia web, pero hay mil maneras de generar contenido, cada uno puede elegir la suya. No te prives de construir tu propia personalidad, de ser estudiante de tu propio posgrado personal e intransferible. Todo lo que no te dan la academia y los planes de estudios está ahí fuera, esperando. Encontrar esas ideas y recibirlas es fácil, en cambio generar contenido a partir de ellas requiere de una reflexión un poco más profunda. Cuando lo hacemos, esperamos que nuestros pensamientos despierten algo en los demás o que mejoren en algún sentido nuestro entorno, pero en el fondo nuestros pensamientos son sobre todo para nosotros. Nos alimentan, crecemos con ellos.

No renuncies a este privilegio.

 

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Imagen: Exposición ‘John Bull and Uncle Sam: Four Centuries of British-American Relations’, diseñada por Biber Architects and Pentagram’s Abbott Miller. Imagen vía biber.co

Por:
(Granada, 1986). Research Fellow en Dumbarton Oaks, Trustees for Harvard University (Washington DC). Doctor en Historia de la Arquitectura (Politecnico di Torino) y Doctor en Historia del Arte (UGR). Arquitecto egresado de la ETSAG y Magíster en Arquitectura de la Universidad de los Andes, Colombia. Socio fundador de Amate+Saga, oficina de arquitectura y diseño estratégico. Asistente editorial del Journal académico Architectural Histories, perteneciente a la European Architectural History Network. Colaborador habitual de National Geographic Historia. Antiguo corresponsal de La Ciudad Viva .

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