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Por @MarisolSalanova Desde Arquine
“José Antonio Coderch perteneció a una generación de arquitectos que fue pionera en la introducción del movimiento moderno en España en una situación de posguerra donde el país se encontraba aislado de toda corriente cultural. De personalidad compleja y cercano al franquismo, fue relegado durante mucho tiempo al olvido, a pesar de ser un arquitecto con una obra singular. El año pasado se cumplió el centenario de su nacimiento y su obra de aire sobrio sin estridencias, alejada del efectismo y casi obsesionada con la perfección, enraíza en la tradición, en los oficios, en el ambiente artesanal en el que arrancó.
Coderch es el autor de un buen número de edificios, viviendas unifamiliares como la Casa Ugalde en Caldetes, la Casa Uriach en La Ametlla, la Casa Catasús de Sitges, edificios de oficinas como los Trade de Barcelona sin embargo uno de los proyectos que no llegó a materializar es “La Herencia”, tal y como él lo llamaba entre amigos y familiares, un nombre del todo oportuno para un trabajo que ve la luz tres décadas después de su muerte gracias a la comisaria e investigadora Elina Vila y un equipo de gestión en el que está la arquitecta y asesora Pati Nuñez.
Fruto de largos años de investigación la exposición La Herencia de Coderch, organizada por la tienda de muebles de autor MINIM en Barcelona de la cual Vila es propietaria, nos aproxima al último proyecto en el que trabajó esta relevante figura dentro de la arquitectura de posguerra española referente para generaciones posteriores. Con motivo de la muestra, que puede visitarse desde el 27 de noviembre de 2014 hasta el 30 de enero de 2015, se ha producido un documental experimental a base de recopilar entrevistas titulado Recordando a Coderch del director Poldo Pomés y en el que participan arquitectos como Oriol Bohigas, Carlos Ferrater, Óscar Tusquets, Federico Correa o Rafael Moneo dando su opinión sobre la obra de Coderch y su personalidad.(…)”
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