Para profundizar sobre Bauhaus e infancia: «La Bauhaus y la infancia. Arquitectura, educación y juego» desde Ia Universidad de Zaragoza
Antonio Juárez y Francisco José Moreno realizan un interesante análisis del Tyng Toy, del que se han extraído referencias.
El sentido pedagógico de los dones de Froëbel y su implicación en la formación espacial del niño aparecen detalladamente recogidos en Bordes, J. La infancia de las Vanguardias. Sus profesores desde Rousseau a la Bauhaus. Cátedra. Madrid: 2007.
Anne Tyng: la arquitectura como juego geométrico
Anne Tyng es una arquitecta cuya biografía revela la extraordinaria fortaleza de carácter de una pionera. Graduada en 1942 en el Radcliffe College, asistió a la Escuela de Arquitectura de Harvard, siendo en 1944 una de las primeras mujeres egresadas por esta institución. En 1949 fue la única arquitecta en Pennsylvania que se examinó para obtener su licencia. Implicada profesional y sentimentalmente con Louis Kahn durante 19 años (1945-1964), su participación fue decisiva en proyectos tan icónicos como los baños de Trenton, el techo de la Galería de Arte de Yale o la propuesta de torre de oficinas en Filadelfia, a pesar de que sus brillantes aportaciones no han sido reconocidas hasta hace poco. Tuvo una hija con Kahn en 1953, cuando éste estaba casado, lo que la llevó a partir a Roma durante un año. Doctora por la Universidad de Pennsylvania, fue la primera mujer en recibir una beca de la Fundación Graham para profundizar en el tema que más le interesó: la construcción del espacio a través de la geometría.
Su primer reconocimiento, sin embargo, llegaría con el juguete que diseñó a los 27 años: el Tyng Toy. ¿Qué revela de su autora este set de construcción compuesto por 5 piezas de madera contrachapada que, según la combinación de elementos elegida, construían objetos diferentes (taburetes, mesas, sillas, avión, cochecito…)?
Los arquitectos que han diseñado juegos constructivos, de los que existen ejemplos tan relevantes como los Lincoln Logs de Frak Lloyd Wright (1917), el Fabrik de Hoffman (1920), el Dandanah de Taut (1921) o el House of Cards (1952) de los Eames, han sintetizado en estas creaciones sus búsquedas personales. Así, el Tyng Toy, nos desvela en su sencillez el universo de la autora:
1. El proceso creativo. Anne se había formado con Gropius y Beuer en Harvard, tras el decisivo paso de éstos por la Bauhaus. En esta institución el juego había sido una forma de aproximarse al acto creativo y un sustento de una pedagogía cuyo objetivo era liberar la imaginación, la creatividad y la sensibilidad 1. La abstracción de las distintas formas del Tyng Toy y su alegre combinatoria, transmiten la idea de adición y experimentación que tan presente estuvo en el Curso de Introducción de la Bauhaus y en la propia forma de proyectar de Tyng.
2. La geometría. La posterior labor arquitectónica e investigadora de la arquitecta están germinalmente presentes en el juguete: el uso de geometrías simples que producen estructuras complejas, la jerarquía en los procesos con piezas-vocablos que generan sintaxis de dificultad progresiva (se partía de una combinación de 6 piezas, para proponer a continuación una de 11 y finalmente de 21), su fijación en la combinatoria y la aleatoriedad, la firme creencia de que “la arquitectura es dar forma al número y número a la forma” (A. Tyng). 2
3. El contexto social. El juguete, al igual que la arquitectura, refleja la vida social y económica del momento, pero el primero revela además la actitud de los adultos hacia la infancia. Al crearse en el periodo de posguerra, el Tyng Toy hace visible la confianza tecnológica en la prefabricación y modulación, la flexibilidad y las uniones, los nuevos materiales y la funcionalidad, elementos que también serían clave en la arquitectura de su autora. Pero simultáneamente nos muestra su visión pedagógica, que entiende el juego como aprendizaje autónomo al modo de los “dones” de Froëbel 3, ya que este juguete implica el descubrimiento de la geometría y la construcción, estimula la creatividad y la lógica y permite que el niño conquiste su espacio gracias a su facilidad de montaje.
Aproximarse al Tyng Toy es aproximarse al proyecto en sus múltiples dimensiones, es revelar el posicionamiento de una brillante geómetra ante el espacio, es reconocer en lo pequeño la grandeza intelectual de una arquitecta cuyo fascinante legado aún está por descubrir. Juguetoría de Medialab Prado, comisariado por Sara San Gregorio, ha realizado una reproducción del juguete para su corte digital.
Para profundizar sobre Bauhaus e infancia: «La Bauhaus y la infancia. Arquitectura, educación y juego» desde Ia Universidad de Zaragoza
Antonio Juárez y Francisco José Moreno realizan un interesante análisis del Tyng Toy, del que se han extraído referencias.
El sentido pedagógico de los dones de Froëbel y su implicación en la formación espacial del niño aparecen detalladamente recogidos en Bordes, J. La infancia de las Vanguardias. Sus profesores desde Rousseau a la Bauhaus. Cátedra. Madrid: 2007.