WikiHouse y el sueño de imprimir la arquitectura

Perspectiva en papel y partes cortadas a láser de una maqueta a escala de WikiHouse, Nueva Zelanda. Por Martin Luff. Licencia CC BY-SA 2.0.  

Soñamos con imprimir la arquitectura. Y no me refiero a mandar los planos al plotter y que salgan bien a la primera. Eso siempre será una utopía. Hablo de a «darle a imprimir» en un sentido más amplio y que las especificaciones contenidas en un modelo digital activen un sistema de fabricación automatizada que, con materiales y medios locales, nos produzca directamente las piezas físicas necesarias. O (ese es el sueño) directamente el edificio.

Una de las muchas ideas fuerza tras esta forma de diseñar y construir es que permite generar una infinita variedad a partir de un modelo inicial, adaptando ágilmente proyectos creados en un contexto o para una finalidad a otros lugares, usos y condicionantes.

Justamente de eso va WikiHouse. Es más que un objeto concreto: es un sistema. Un conjunto de piezas y uniones que cualquiera puede usar y que va acompañado de los principios de diseño y las especificaciones para diseñarlas y combinarlas entre sí.

Y es precisamente esta cualidad iterativa y «mutante» que aporta la fabricación digital la que permite materializar el concepto de arquitectura open source que venimos desarrollando. La «fuente abierta» es aquí ese sistema digital que se comparte con licencias libres, permitiendo modificar los componentes y parámetros que lo definen y fabricar una o mil copias modificadas con la misma facilidad que el original.

Bajo el paraguas de WikiHouse se multiplican sistemas estructurales, desde la «tecnología estructural» Wren inicial hasta los sistemas Blackbird, Skylark o Swift derivados. También evoluciona y se adapta el software utilizado: modelado en Sketchup, parametrizado en Grasshopper o creado con herramientas libres como el módulo BIM de FreeCAD ¹, Blender BIM e incluso aplicaciones desarrolladas ad hoc como Build✕.

Pero también es más que un sistema: su cualidad abierta lo convierte en un ecosistema de personas y entidades que comparten, estudian, adaptan y mejoran constantemente lo que, en el fondo, podríamos entender como una herramienta para hacer arquitectura.

Diferentes universidades y centros formativos ² han visto el valor educativo de los sistemas abiertos, y utilizan WikiHouse como ejercicio académico teórico-práctico. También ha servido para crear nuevos productos, servicios o empresas como Pulp Build o RxDOMI, haciendo con un sistema abierto lo que siempre prometieron las patentes: favorecer la innovación.

Desde Open Systems Lab buscaban crear una arquitectura que pudiera superarles y escapar a su control, y lo han logrado. La lista de proyectos derivados sigue creciendo conforme, en lugares tan diferentes como Brasil, Nueva Zelanda, Mongolia, Holanda o China, aparecen comunidades locales que toman el concepto original y lo desarrollan según sus propios objetivos y necesidades.

Lo que nos enseña WikiHouse es que la mejor manera de dar vida al sueño de «imprimir» la arquitectura es compartiéndola y creando un ecosistema abierto a su alrededor. Y, a la vez, que la mejor manera de hacer realidad el sueño de la arquitectura abierta es usar sistemas paramétricos y de fabricación digital.

O… quizás no lo sea, y esté pensando ya en contradecirme en el próximo artículo. Quizás.