Museo de Arte de Teshima
La meditación es el nuevo dispositivo móvil; se puede usar en cualquier lugar, en cualquier momento, discretamente, y es una forma de volver al momento presente y estar más tranquil@ y consciente (Sharon Salzberg).
¿Qué es y qué no es meditación y cómo se relaciona con la arquitectura?
Cuando hablamos sobre la meditación, algunas personas se imaginan sentadas en la posición de loto, o escuchando música relajante. Sin embargo, la meditación no es algo que hacemos, la meditación es un estado y manera de ser. Hay cientos de herramientas y prácticas que nos ayudan a alcanzar ese estado, y los espacios de trabajo salutogénicos pueden contener recursos para alcanzarlo.
La estructura del cerebro
Las células nerviosas humanas, llamadas neuronas, existen en grupos. Pensamientos y comportamientos recurrentes hacen que las neuronas se unan y formen estos grupos. Cuanto más se repita una acción o una actitud, más fuerte es la red de neuronas, y mayor su crecimiento. Con el tiempo, el cerebro tiende a usar más esta red. Asimismo, la parte responsable del cerebro de tomar decisiones saludables empieza a funcionar deficientemente en individuos con alto nivel de estrés y presión diaria prolongada.
Experimentos clínicos muestran que meditar 20 minutos al día durante 8 semanas tiene un impacto en las redes neuronales, haciendo que empiecen a disolverse. A medida que se adopta el hábito de la consciencia plena, una nueva red empieza a fortalecerse día a día. Mientras tanto, la parte del cerebro llamada neo-corteza, la cual tiene las funciones de tomar decisiones, concentración y memoria, se vuelve físicamente más gruesa. Del mismo modo, el área llamada amígdala, la cual nos causa reacciones emocionales extremas y presenta comportamientos destructivos, se vuelve más pequeña.
¿Cómo aplicar la consciencia plena en tu vida diaria con el apoyo de la arquitectura?
En la actualidad, escuchamos el término “consciencia plena” en todas partes. Comer con consciencia plena, ejercitar con consciencia plena… suena como un concepto de moda pasajera que pronto olvidaremos. Sin embargo, vivir con consciencia plena es mucho más que una nueva moda y va mucho más allá de practicar algo novedoso durante un fin de semana. Vivir con consciencia o atención plena es una necesidad, y la puerta de entrada a una vida equilibrada.
La arquitectura puede apoyar a este objetivo mediante dos estrategias:
- El espacio: necesita poseer cualidades que inciten al cuerpo y los sentidos a interaccionar. Un ejemplo son los “restorative spaces” que la certificación WELL propone, con un diseño cuidado desde la iluminación, incorporación de la naturaleza o privacidad.
- Las condiciones ambientales: la acústica es un vehículo sanador. El silencio de las montañas, o el sonido del agua en la naturaleza están en un rango de frecuencia Delta (1.00Hz-4.00Hz) que estimula la unidad de la consciencia.
¿Eres plenamente consciente de cómo te sientes? ¿O simplemente continúas en movimiento y sigues tu rutina sin escuchar tus sentimientos? Las emociones ignoradas pueden brotar en forma de ansiedad, molestias físicas o insomnio: abrir espacio a las emociones es crucial para el bienestar, tomar decisiones valientes y dejar ir… desde personas, hasta trabajos.