Breve manual para aplicar la Neuroarquitectura

Imagen, patio de la escuela de Arquitectura de la Aalto University en Otaniemi, Helsinki _ Fotografía: 00.

Llevo años defendiendo que la Neuroarquitectura no es una disciplina como tal, sino una perspectiva desde la que observar la profesión; pero, cada vez son más las personas que me escriben preguntándome cómo adoptar esta perspectiva en sus proyectos.

Siento que es un error pensar que los avances de la neurociencia nos dan herramientas para proyectar, esto nos lo da la carrera. La neurociencia facilita conocimiento sobre cómo funciona el sistema nervioso ayudándonos a empatizar con los usuarios de los espacios que proyectamos, a entender que “no hay una sede central en el cerebro, sino que todo está distribuido entre montones de mapas sensoriales y motores en diversas áreas del cerebro.”.

La arquitectura es experiencia, y está relacionada con la antropología, la sociología, la ecología, la neurociencia… Forma parte activa del ecosistema que habitamos, y está estrechamente vinculada con nuestras sensaciones. Reflejar esta complejidad en un proyecto de arquitectura puede ser muy complicado, pero no imposible.

En este post os comparto 6 ideas teórico-prácticas para aplicar la Neuroarquitectura.

  1. Cuida el wayfinding: Establece el usuario tipo (user persona) y realiza hipótesis sobre cómo sería su experiencia sensorial para ir de un punto a otro. Una línea temporal en la que aparezcan diferentes niveles sensoriales, a modo de partitura, sería un buen comienzo.
  2. Diferencia espacios según sus atmósferas olfativas: El olor es un parámetro que rara vez se tiene en cuenta en un proyecto. Busca una forma gráfica de contarlo y pon en valor esta dimensión tan relevante en la experiencia (muy ligada a la memoria).
  3. Realiza mapas sonoros: En el caso del diseño de espacios educativos un aula bien insonorizada marca una gran diferencia. Los sonidos son también muy útiles para saber dónde estás, especialmente si careces de otros sentidos.
  4. Crea tu catálogo de texturas: Agrupar qué texturas aparecen en cada entorno pone en valor el diálogo no visible que tenemos con el espacio. Puede ayudar a que los más pequeños (o los más mayores) a saber dónde están en cada momento. Sucede algo parecido con el color.
  5. Realiza mapas de soleamiento y ventilación: Diferencia claramente las zonas frías de las cálidas, así como las húmedas de las secas. Haz lo propio con los mecanismos de ventilación que sacarán a relucir la salubridad del proyecto. Recuerda, aire limpio, cuerpo sano.
  6. Mapas fenomenológicos: Steven Holl dice que “los efectos secundarios de la arquitectura pueden ser más importantes que los primarios”. Dibujar cómo sería un espacio poblado por sus habitantes siendo usado, desordenado, posiblemente sucio… demostrará que te has planteado cómo participará el entorno en el día a día de sus habitantes.

Estas son 6 ideas pero ¿qué maneras conoces para contar las sensaciones que transmite el espacio? Ningún colegio nos pedirá estos planos, mapas, secciones o diagramas para visar un proyecto, pero serán de gran utilidad si quieres contar aspectos de la arquitectura que van más allá de la mera construcción.

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Por:
Ana Mombiedro, Toledo 1987. Arquitecta y docente formada en Neurociencia y Percepción. Ana, aboga por un mundo construido que gire en torno a las sensaciones y emociones de sus habitantes. En su trabajo ofrece respuestas a preguntas relacionadas con el confort sensorial, y explica cómo nos influye el entorno en las diferentes etapas de nuestra vida. Compagina la investigación en Neuroarquitectura con la docencia y la co-dirección de Qualia-estudio, un despacho de arquitectura deslocalizado que utiliza la evidencia científica como mecanismo de proyecto.
  • Laura Pastor - 25 agosto, 2021, 12:17

    Me viene la idea de que el problema de tomar la neuroarquitectura igual que cualquier otro abordaje como una receta y ser mal interpretada viene de este capitalismo y de estos tiempos de consumo rápido. Siendo totalmente desconocedora e inexperta creo que si algo debería aportar la neuroarquitectura igual que otros regalos de las ciencias es esa perspectiva de la que hablas Ana, más amable, centrada y empática pero para eso se requieren unas condiciones de trabajo e interacción y si no están hay que crearlas, ¿verdad?

  • Laura Cambra Rufino - 25 agosto, 2021, 15:28

    Un planteamiento tan interesante como descuidado. Los aspectos que mencionas son vitales en los hospitales donde se producen las emociones más intensas por la función del edificio. También está relacionado con el proceso de diseño basado en evidencias porque podríamos relacionar variables de diseño con aspectos clínicos. Gracias por compartir :)

  • Marta Delgado - 30 agosto, 2021, 20:55

    Estoy de acuerdo en que la sensibilidad sensorial y emocional es una perspectiva desde donde abordar la arquitectura (y la vida) para enriquecerla. Nos hacen falta más herramientas de representación de estas capas fenomenológicas, sin duda. Gracias por las ideas!

  • Marta D. Cardoner - 31 agosto, 2021, 15:45

    Coincido con la visión de que arquitectura es experiencia y cualquier proyecto arquitectónico debería ser concebido teniendo muy presente las sensaciones que pretende despertar en el usuario. Sin duda, la aplicación de estas 6 ideas incrementará enormemente el valor del proyecto en relación a la experiencia vivida.
    Yo añadiría que para poder integrar estas sensaciones sin filtro es importante trabajar con materiales que nos acerquen a la naturaleza y tratar de cuidar la calidad del aire reduciendo la presencia de elementos que nos pueden causar discomfort; ya que al alejarnos de nuestro equilibrio natural nuestra percepción del espacio se distorsiona. Eso sí, sin olvidar estos 6 magníficos puntos.

  • Marisa G. Bandera - 1 septiembre, 2021, 11:36

    Si algo podemos sacar en positivo del avance frenético de la tecnología es que, quizás a veces, podemos ir más allá del papel. Introducir en los planos de proyecto códigos QR que nos lleven a un video donde se represente la musicalidad del lugar, el sonido del viento, el jaleo de los niños en el patio del colegio, podría ser una opción para activar otro sentido mientras se observa el plano y reflejar así la experiencia del lugar. Sin olvidar la representación visual (fundamentales estos 6 puntos que propones), esta podría ser una forma pausada de hacer ver las sensaciones que evocará un espacio.
    Gracias por este post!!

  • Pedro - 1 septiembre, 2021, 20:02

    Un aporte distinto a un tema tan complejo. También agradezco la capacidad de síntesis de Ana Mombiedro y sobre todo los ejercicios qe podemos realizar en nuestros centros. Muchas gracias

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