Desde el Centro Documentación Fundación Arquia.
Antes y durante la II Guerra Mundial (1939-1945), el gobierno de Hitler llevó a cabo una política progresiva de exterminio del pueblo judío y de otras etnias, comunidades religiosas y grupos como los gitanos, testigos de Jehová, homosexuales o personas con discapacidades.
Este genocidio en masa, conocido por Holocausto, comenzó con políticas discriminatorias y de segregación de guetos de las ciudades y pueblos y finalizó con la deportación de miles de personas a campos de exterminio donde fueron ejecutados. El sufrimiento continuó durante años hasta que en 1945 los ejércitos aliados liberaron los campos de concentración y aniquilación.
El 27 de enero se celebra el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, en este día la UNESCO rinde tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y ratifica su compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y cualquier forma de intolerancia que pueda desembocar en cualquier acto violento. Además, no solo se busca rendir homenaje a los miles de personas a las que se les arrebató la vida, si no también dar visibilidad a un momento histórico para evitar que se olvide y enseñar a las nuevas generaciones a tener resiliencia independientemente de la condición de cada persona, ya que todos somos o deberíamos ser iguales.
Una vez finalizó el terrible suceso, se han realizado numerosas conmemoraciones con el fin de perpetuar el recuerdo y de esta forma, prevenir que no vuelva a suceder. Uno de los monumentos más conocidos es el ‘memorial del Holocausto’ de Peter Eisenman, situado en la ciudad de Berlín. 19.000 metros cuadrados cubiertos por una retícula formada por 2.711 bloques de hormigón y que, en su conjunto, generan el monumento.
Tal y como cuenta Antonio Pizza, profesor titular de historia del arte en la Escuela de Arquitectura de la Barcelona – UPC, en la conferencia titulada ‘Peter Eisenman i el memorial Jueu de Berlín’. 1“Eisenman se enfrenta a la idea de monumentalidad. Este monumento, no se trata de un edificio que transciende de una lógica funcional como conjunto tectónico si no de una auténtica representación de la idea de monumento funerario”.
Años más tarde, se realiza el ‘Monumento Nacional al Holocausto’ en Ottawa de Daniel Libeskind. En esta propuesta la estrella de David, símbolo de identidad del judaísmo, es deconstruida para expresar el daño que se le hizo a la comunidad judía.
En el año 2017, la Fundación Memorial del Holocausto del Reino Unido reveló las diez propuestas que fueron seleccionadas para diseñar el nuevo memorial en los jardines Victoria Tower de Londres junto a las casas del Parlamento. Finalmente, la propuesta elaborada por David Adjaye y Ron Arad resultó vencedora, diseñada con muros oblicuos de bronce.
Estas construcciones con gran valor histórico son diseñadas para que mantengamos vivo el recuerdo de sucesos que no se deberían volver a repetir y que, a su vez, tendrían que hacer reflexionar a los espectadores acerca de las atrocidades que se pueden llegar a cometer si no dejamos a un lado nuestras diferencias sociales construidas.
Imagen de portada: Memorial del Holocausto, Peter Eisenman. Fuente: El País.