Hoy, 8 de noviembre es el Día Internacional del Urbanismo, y mediante este artículo repasamos algunas de las figuras más influyentes en las teorías contemporáneas sobre la ciudad y el urbanismo.
“Las personas pueden improvisar la ciudad; pueden improvisar la arquitectura. Eso quiere decir que la ciudad no debe resistirse a sus habitantes…Necesitamos volver a la elasticidad” Yona Friedman.
Para Yona Friedman (1924-2020), arquitecto y urbanista húngaro-francés, la ciudad es la base de la vida en sociedad ya que las personas buscan la convivencia como modo de un habitar activo.
En 1957, Friedman funda el GEAM (Grupo de Estudios de Arquitectura Móvil), donde expone la idea de crear una estructura sobre la ciudad existente. De esta manera proponía una estrategia urbana compacta de superposición y consolidación de la ciudad existente, sin su demolición ni expansión en el territorio. El entorno mega estructural que piensa es un soporte que ocupa las tres dimensiones.

© Yona Friedman
Frente a la idea de urbanismo espacial como solución a la variabilidad social, destacamos también la figura de Jane Jacobs (1916-2006), teórica del urbanismo y activista sociopolítica, defendía la vida de barrio, que en los años 60 se encontraba intimidada por los grandes proyectos urbanísticos de Estados Unidos y que, a día de hoy, se halla amenazada por la gentrificación.
Hoy en día, sus ideas continúan siendo la base de una filosofía que defiende la comunidad en la planificación urbana. Los conocidos llamados ‘Paseos de Jane o Jane’s walk’1 son una serie de recorridos a pie, que se realizan a través de numerosas ciudades en el mundo, para que las personas que los caminan puedan observar, reflexionar, compartir, cuestionar e incluso imaginar nuevos lugares más resilientes y amables con el entorno y con las relaciones sociales que se producen en ellos.
“Las calles son autogobiernos humildes. Son redes de vecinos que proporcionan ayuda eficaz cuando aparecen los problemas.” Jane Jacobs
Cada vez se hacen más proyectos que transforman el contexto urbano temporalmente, modificando sus usos, haciendo que estos espacios, aunque sea durante un pequeño periodo de tiempo, sean más inclusivos y amables con el medio inmediato. Concéntrico, el Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de Logroño o la oficina de planificación urbana integral Paisaje transversal, que ensayan nuevos lugares para el ocio, tal y como indican en su libro2, son un ejemplo de cambios puntuales que ayudan a mejorar los espacios colectivos.
El urbanista Alfonso Vergara, presidente de la Fundación Metrópoli, ha defendido y defiende la investigación y busca promover valores como la sostenibilidad y la búsqueda de territorios heridos para obtener un buen desarrollo futuro.
“La clave de la formación de un urbanista es conocer como han sido históricamente las ciudades y tratar de reflexionar como pueden ser las ciudades del futuro dando respuestas. Un urbanista no solamente analiza el pasado o analiza la realidad actual, sino que tiene que asumir el compromiso y el riesgo de pensar en el futuro y proponer ciudades en las que le gustaría vivir y en las que pueda realmente consensuar con la sociedad poder vivir en estas ciudades” Alfonso Vergara3
Vivimos en un momento en el que las ciudades se encuentran cada vez más pobladas, por tanto, son necesarias propuestas urbanísticas que tengan en cuenta estos crecimientos para dejar de dirigirnos hacia entornos cada vez más inhóspitos y poco afables con el entorno y las personas que habitan en él. Porque tal y como dice la Organización de las Naciones Unidas:
“Actualmente, el 55% de las personas en el mundo vive en ciudades. Según un nuevo informe de la Organización, se estima que esta proporción aumentará hasta un 13% de cara a 2050, por lo que el desarrollo sostenible dependerá cada vez más de que se gestione de forma apropiada el crecimiento urbano, especialmente en los países de ingresos medios y bajos que son los que liderarán el proceso.”
Imagen de portada: Quito (Ecuador). Fuente: El Pais-EFE-Archivo-EFE