Arquitectos emigrantes

Con la crisis económica experimentada fueron muchos los estudiantes y trabajadores que buscaron una salida laboral fuera de España. “Entre 2007 y 2013, los años más duros de la crisis, el número de parados con ese nivel de estudios ascendió a casi 900.000; el desplome se cebó sobre todo con los menores de 35 años.”¹ En el caso de los arquitectos y tras ocho años de crisis económica, “uno de cada cuatro arquitectos jóvenes españoles trabajaba en el extranjero”², según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas de España (INE) de 2015.

Para muchos, trasladarse de país y probar suerte en un lugar con un idioma, una cultura y unas costumbres diferentes, sigue siendo una salida. Como ejemplo de ello, presentamos dos documentales y una serie de artículos del blog arquia con los testimonios de tres arquitectos que decidieron hacer las maletas y embarcarse en un nuevo viaje laboral y vital.

1. Qué suerte, dirigido por Daniel Natoli, Peripheria Films (España, 2016) es el relato de una pareja de jóvenes arquitectos que deciden emigrar a Helsinki buscando un lugar en el que poder prosperar, debido a la asfixia generacional que asolaba España. El documental se encuentra disponible en arquia filmoteca aquí.

2. Júlia ist, dirigido por Elena Martín, Antaviana Films (España, 2017) es un testimonio audiovisual de Júlia, estudiante de arquitectura de Barcelona de 21 años, en su estancia Erasmus en Berlín. La ciudad le da una bienvenida más gélida de lo que esperaba y confronta sus expectativas con la realidad.

3. Vente a Alemania, Pepe. 3.0: es una colección de artículos donde Miguel Villegas [Arquitextonica] explica su experiencia al trasladarse a Alemania. El arquitecto expone los retos encontrados, las diferencias al ejercer la profesión en este país, así como las posibles pautas a seguir para salir airoso en el intento.

Los documentos reflejan la experiencia personal de los protagonistas que tratan de hacerse un hueco en un nuevo país, ajeno a las comodidades y al ‘calorcito’ de España. Los tres ejemplos pueden servir de guía para aquellos arquitectos que van a emigrar o se proponen hacerlo.