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Cabe destacar en este sentido la labor de grupos de investigación como FAME “Fotografía y Arquitectura Moderna en España” o Click [acceso el 30-09-2019].

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Sobre la dificultad de la transmisión de la arquitectura a través de la fotografía, recuerdo un delicioso artículo de Ana Asensio en este medio El sabor de la manzana y la fotografía de la arquitectura,  Junio 2018. [acceso el 30-09-2019].

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En el blog Urbanidade se dedicó una entrada especial a este mercado en la que recogen referencias muy interesantes, Arquitecturas perdidas: Mercado de Olavide, Enrique Fidel, Agosto 2007. [acceso el 01-10-2019]

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Se recomienda el artículo de José Fernando González Romero “La estación del Ferrocarril Vasco-Asturiano en Oviedo y la desaparición de un entorno modernista” , José Fernando González Romero, [acceso el 01-10-2019].

La pérdida de la cuarta dimensión: las ausencias urbanas

Planta superior del Mercado de Olavide de Francisco Javier Ferrero. Fuente: Nuevos mercados madrileños, Arquitectura. Revista Oficial del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, nº 4, 1935.

 

En el marco de las recientes Jornadas Internacionales INCUNA en Gijón comentábamos en un corrillo entre compañeros las injusticias sufridas por nuestro patrimonio urbano, cuya desaparición bajo la acción de la piqueta nos ha privado a generaciones posteriores de vivir en primera persona la experiencia de ciertas arquitecturas que ya sólo podemos estudiar a través de la documentación gráfica. Sin demeritar la importancia del excelente trabajo de muchos fotógrafos a lo largo del S. XX como facilitadores de valiosa información visual sin la cual una importante dimensión de la investigación arquitectónica se habría perdido 1, la privación de la vivencia del espacio conlleva a la falta de datos experienciales valiosísimos en su interpretación 2.

 

Esta pérdida de la cuarta dimensión de nuestro patrimonio arquitectónico con el acceso en exclusiva a la documentación fotográfica o planimétrica, también lleva aparejada una cuestión mucho más importante, como es la destrucción de un legado espacial irrepetible. Estas ausencias arquitectónicas se convierten, en ocasiones, en una memoria de huellas y cicatrices en el tejido urbano, a veces en forma de vacíos en negativo, otras con la sustitución de las preexistencias por anodinas construcciones según el “gusto” actual. Ausencias que se convierten en estimulantes incógnitas para los que no tuvimos el placer de disfrutarlas o en tristes recuerdos para los que sobrevivieron su pérdida.

 

Entre los muchos ejemplos del vacío-huella y del lleno sustitutorio a que hacía referencia anteriormente, destaco dos casos que me interesan en particular: el mercado de Olavide en Madrid y la Estación del Vasco en Oviedo. El mercado 3 proyectado por Francisco Javier Ferrero en 1934 constituía un ejemplo singular en su tipo, concebido en estilo racionalista con una característica forma poligonal que no ha borrado su demolición en 1974, puesto que se ha trasladado a la conformación del espacio urbano actual. El segundo caso era un interesante ejemplo de estación de ferrocarril en estilo art nouveau que conservaba sus espacios característicos, sus paneles publicitarios en colorida cerámica esmaltada y los singulares pasos elevados que permitían salvar el tránsito entre los distintos andenes 4 . Una muestra singular de arquitectura ferroviaria de inicios del S. XX que desapareció bajo la piqueta en 1989 dando paso a un largo periodo de solar yermo que recientemente ha acogido la construcción de bloques de viviendas plurifamiliares. Salvando las distancias, cabe recordar aquella frase de Carlos V que tanto inspira a los que nos especializamos en la conservación del patrimonio: “habéis construido aquí lo que vosotros o cualesquiera otros, podrían haber construido en cualquier parte: con ello habéis destruido algo que era único en el mundo”.

 

Afortunadamente, los últimos años de reflexión y autocrítica abren un espacio al aprendizaje de los errores del pasado, a la conservación e integración de nuestro patrimonio arquitectónico en los tejidos y dinámicas de la ciudad actual. En el futuro no cabrá lamentar más pérdidas debidas a la ignorancia o a una malentendida evolución urbana, puesto que la preservación y reutilización de nuestro patrimonio urbano edilicio contribuye a la consecución de una ciudad más compacta, que fomente la implantación de usos mixtos hacia una mayor sostenibilidad y eficiencia y que, en definitiva, conserve la memoria de nuestras urbes y el pleno sentido de estos lugares como sedimentación del tiempo en el espacio físico.

Notas de página
1

Cabe destacar en este sentido la labor de grupos de investigación como FAME “Fotografía y Arquitectura Moderna en España” o Click [acceso el 30-09-2019].

2

Sobre la dificultad de la transmisión de la arquitectura a través de la fotografía, recuerdo un delicioso artículo de Ana Asensio en este medio El sabor de la manzana y la fotografía de la arquitectura,  Junio 2018. [acceso el 30-09-2019].

3

En el blog Urbanidade se dedicó una entrada especial a este mercado en la que recogen referencias muy interesantes, Arquitecturas perdidas: Mercado de Olavide, Enrique Fidel, Agosto 2007. [acceso el 01-10-2019]

4

Se recomienda el artículo de José Fernando González Romero “La estación del Ferrocarril Vasco-Asturiano en Oviedo y la desaparición de un entorno modernista” , José Fernando González Romero, [acceso el 01-10-2019].

Por:
(Gijón, 1984) Doctora Arquitecta formada en la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidade da Coruña y la Università degli Studi di Ferrara, desarrolla su actividad como investigadora en la ETSAM-UPM en el ámbito del patrimonio cultural. Colaboradora habitual y miembro de INCUNA y TICCIH-España, su actividad más relevante se centra en el estudio y difusión del patrimonio industrial arquitectónico.

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