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Marca sistemática y marca antisistema: La importancia de llamarse Silvestre (o Cirugeda)

Oscar Wilde atisbó el fundamento de lo que hoy se denomina marca personal (personal branding), cuando afirmó: “Sé tú mismo. Los demás puestos están ocupados”. A veces, esa gente de la que nada se espera, es también la que resulta capaz de concebir aquello que nadie imagina (y esta vez, le tomo prestada la frase a Benedict Cumberbatch en The Imitation Game).

Aplicando lo anterior de forma empírica, un profesional en tránsito, ha de prestar especial atención a la esencia de sus valores. La propia marca es espejo de actitudes más que de conocimientos. Todos los arquitectos no tenemos los mismos talentos, ni las mismas pasiones. Hemos de identificar nuestro modus operandi con el fin de adaptarnos a un entorno voluble que no contempla la arquitectura como una actividad laboral de contrato indefinido.

A priori, en cualquier estudio de arquitectos, se ha de establecer quién es el cliente y qué servicios necesita realmente. Por ejemplo, el tipo de público al que se orienta Fran Silvestre no es el mismo que Santiago Cirugeda. Silvestre proyecta viviendas tipo, es decir,estructuras esenciales en las que, de forma sistemática, propone un proyecto focalizado en la ubicación geográfica del solar  (casa entre medianeras, casa patio, casa mirador). Sus obras parecen maquetas a escala 1/1, perfectas, níveas, claramente identificables. Con este planteamiento consigue atraer a un público interesado en el diseño, con cierto poder adquisitivo, que busca habitar en un espacio exclusivo, más similar a una galería de arte  que a una morada. Las necesidades del cliente, por tanto,  están vinculadas al territorio de los afectos.

Cirugeda, sin embargo, parece preocuparse por la clase obrera. Y digo parece (refiriéndome a lo que imbrican sus ideas de proyecto)porque el discurso que sostiene está más orientado a un público  entendido (los propios arquitectos, por ejemplo) que al neófito.

 ¿Realmente busca una solución real o más bien cuestiona el sistema?

Cirugeda

En el modelo de negocio Silvestre, casa y propietario se gustan y se reconocen. Surge el perfecto flechazo neocon. Resulta viable por conocido, aunque me pregunto qué caché resulta adecuado para que, el proyecto de una sola vivienda unifamiliar, con todo lujo de detalle, resulte, además, rentable. También me cuestiono si es verdaderamente factible el modelo de instalación Cirugeda. Interviene azoteas con viviendas autoconstruibles y desmontables. En la tarea social de Cirugeda hay implícita una gran labor de estudio de la propuesta emprendida, superior a la de un proyecto de vivienda convencional (de lujo), por falta de precedentes. La rentabilidad del talante Cirugeda pasa por que funcione su  propuesta subversiva como modelo de negocio, o en caso contrario, que se doblegue a un objetivo más convencional,combinando estas labores “revolucionarias” con la docencia y la comunicación, o proyectando vivienda en cooperativa, para reunir una mayor cantidad de clientes, y por tanto, de ingresos.

Oscar Wilde incidió en “La importancia de llamarse Ernesto”. Esa es la actitud, a la que se le ha de sumar un discurso coherente. A Silvestre y Cirugeda, se les reconoce y se “les ve venir”. Es muy probable que, en ambos casos, sus actuaciones visibles se combinen con otras con menos táctica y más práctica. Pero los dos, de forma inteligente, saben mostrar sus cartas (o sus marcas) para tratar de alcanzar su particular xanadú. El branding asume esta circunstancia como consecuencia de una estrategia exitosa. Así que, antes de saturar de servicios tu tarjeta de visita, cierra los ojos y piensa en un eslógan para tu proyecto soñado. Rotúlalo, hazte una web… y ponte a trabajar.

Por:
Arquitecta en Morph Estudio y Directora de Proyectos de Hospitality. Es arquitecta por la UPV con un posgrado en Interiorismo en IED Barcelona. Ha colaborado como Consultora de Interiorismo en Retail con la Cámara de Comercio y fue la Coordinadora del Proyecto Umbrales by Philips de Visual Merchandising. Fundó un estudio propio y un centro de formación después de trabajar en Typsa durante varios años. Como docente y ponente, ha participado en charlas y talleres en el COAM, la Universidad Rey Juan Carlos, o las Facultades de Arquitectura de Valencia y Alicante. También ha colaborado con la agencia de comunicación de Arquitectura Pati Núñez Agency (Barcelona). Ha diseñado Pabellones, Panteones, Clínicas, Hoteles, Viviendas... y ha publicado proyectos en Proyecto Contract y en Dezeen.
  • Jesús A. Izquierdo - 4 marzo, 2015, 16:14

    Totalmente de acuerdo contigo.
    Los estudios de arquitectura son tradicionalmente muy amplios y poco especializados. Eso nos permite tener una buena base para manejarnos en la calle pero en un momento donde hay poca demanda de servicios y mucha oferta, la especialización es una estrategia indispensable. Los ejemplos que pones en el post pueden parecer antagónicos e incluso enfrentados, pero cubren las demandas de distintos tipos de cliente y por tanto son más bien complementarios.
    Estudiar hacia dónde enfocar tu carrera profesional es complicado pero si lo tratas como un negocio debes adoptar técnicas de implantación de negocios, y lo primero es saber a qué público van dirigidos tus productos.

  • Ana_arquigreen - 4 marzo, 2015, 19:55

    Amparo Martínez Vidal a mi me parece un artículo muy interesante. Y coincido contigo en lo que dices de que «Todos los arquitectos no tenemos los mismos talentos, ni las mismas pasiones. Hemos de identificar nuestro modus operandi con el fin de adaptarnos a un entorno voluble que no contempla la arquitectura como una actividad laboral de contrato indefinido.» Me siento muy identificada con esa frase. En esa adaptación estoy yo desde hace unos año, y por ello me he reinventado en el «lado green» de la arquitectura. Me permito dejarte enlace a mi web como constatación de que yo he desarrollado esa pasión, he identificado un modus operandi, y ahora es mi trabajo. Gracias. http://Www.arquigreen.es

  • Manuel Saga - 4 marzo, 2015, 20:59

    ¿Qué decir de un post sobre branding personal, cuando uno mismo está ya tan metido en el tema?

    Me recuerda a una conversación en 2005 en el congreso Arquitaxi con Marcela Aragüez. Estábamos en primero de carrera y hablábamos de cómo era posible que Cirugeda fuera tan interesante, cuando había tardado 9 años en acabar la carrera y no era como los «grandes maestros» que nos enseñaban. Entonces salió el tema de que uno viene posicionándose desde muchos años atrás, trabajando su propia línea, su propia imagen, desde mucho antes de tener «los papeles del camión».

    En paralelo al post de Amparo, creo además que esta práctica está resultando muy útil para el posicionamiento online para aquellos profesionales que pecamos de ser más zorras que erizos. Estamos en múltiples proyectos a la vez, en lugares y con gente distinta, de modo que todos te representan pero ninguno del todo. En ese momento creo que lo que verdaderamente te identifica eres tú mismo, tu nombre, tu marca, esa máscara de tu persona que es tu presencia en internet, al igual que lo es arreglarse para ir al trabajo o a casa de tus suegros.

  • Amparo - 4 marzo, 2015, 22:53

    Manuel, el arquitecto «se hace». Yo, hace diez años, no era ni de lejos la misma persona. Tardar diez años en terminar arquitectura no es representativo. Al trabajar, se fraguan puntos de vista mucho más interesantes que durante la fase de aprendizaje, en algunos casos. A veces es necesario «desaprender», desprenderse de tics y de prejuicios o miedos adquiridos durante la carrera, hormas que no encajan en el zapato, para que uno encuentre su sitio. Uno ha de adaptarse a un medio que difiere totalmente de lo vivido en la escuela (hábitos de sueño, prioridades de eficacia, etc) Jesus y Ana, gracias también por comentar. Personalmente creo que, el buen profesional imagina mejor con el estomago lleno :-) y el branding puede ayudar.

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