Allá por el 2017, todavía una etapa postcrisis que queríamos pensar pasajera o coyuntural –y no sistémica, como luego se ha demostrado–, teníamos el deseo de ensayar otra manera de practicar la arquitectura. Entonces todavía existían dos convocatorias públicas de producción artística en nuestra comunidad, Castilla y León, ahora irresponsablemente desmanteladas. En ese contexto, con el a priori ideológico de repensar nuestro territorio más cercano a partir de un elemento infraestructural entendido como objeto arquitectónico y tras descartar otras posibilidades que aún nos reservamos, tal vez influenciados por nuestra labor como docentes, decidimos trabajar en torno a la escuela rural.
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© Ricardo Suárez
Hacía relativamente poco se había publicado el archiconocido libro de Sergio del Molino La España vacía (2016), que encontró una pertinente respuesta en “la España vaciada” de María Sánchez en su Tierra de mujeres (2019). Una problemática se encontraba en el centro del debate social y político del momento. Con estos mimbres y en colaboración con el sociólogo Jorge Casas, especializado en Desarrollo Local y Ordenación del Territorio y radicado en el rural, conceptualizamos el proyecto Campos. Despoblación, escuela rural y práctica espacial crítica1 (2018-2020), que resultó seleccionado en la desaparecida Convocatoria Laboratorio 9872 del MUSAC –un lugar para la reflexión, experimentación y producción cultural situada, coordinado por un Grupo de Mediación plural, encabezado por Eneas Bernal, y que el tiempo ya ha puesto en su sitio: un oasis mesetario cuyo legado sigue presente. Si Belén Gopegui novelara algo así como la posibilidad utópica de la tríada arte-vida-trabajo el Laboratorio 987 sería su espacio (literario) apropiado.
La palabra “campos” referenciaba los ámbitos disciplinares que convergen en esta investigación experimental, esto es, la arquitectura y la sociología; demarcaba nuestro deseo de estudio originario, la comarca de Tierra de Campos, que por razones que exceden este relato tuvimos que descartar; y aludía a la teoría de campos de Bourdieu como sistemas de posición social estructurados según determinadas relaciones de poder. Así pues, disponíamos una problemática –la despoblación–, una infraestructura con capacidad de articular el territorio en una amplia escala –la escuela–, y un medio de reproducción espacial.
Con todo ello, junto a referentes como Potteries Thinkbelt (1964), Learning from Las Vegas (1972), Made in Tokyo (2001) o el trabajo de Jesko Fezer y Apolonija Sustersic, entre otros, propusimos un itinerario por las comarcas de Las Merindades (Burgos) y Omaña (León). Un recorrido que comenzaba en los espacios de sus escuelas rurales y desde ahí transitaba hasta la realidad social, hacia las personas que los han habitado y habitan y sus circunstancias concretas, aunando su memoria, pero también su actualidad y sus potencialidades –de uso y simbólicas– futuras.
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© Ricardo Suárez
La elección de ambas regiones obedeció a la singularidad de sus ubicaciones, en el límite norte de la comunidad de Castilla y León. Determinadas como zonas de transición, los dos territorios se encuadran en entornos naturales y culturalmente diferentes a la Castilla mesetaria. Omaña se dispone entre dos cadenas montañosas: la cordillera Cantábrica y los Montes de León. De otra parte, las Merindades se asienta entre la meseta castellana, el valle del Ebro y la cordillera Cantábrica. Con una densidad media de casi 9 habitantes por km2, tanto Omaña como Las Merindades se encuentran altamente despobladas, sus núcleos urbanos presentan una gran distancia a sus respectivas capitales de provincia y sus redes de comunicaciones son equiparables. A su vez, los dos territorios poseen una idiosincrasia parecida –comarcas norteñas y montañosas.
La investigación
La investigación experimental Campos tuvo lugar entre los meses de junio de 2018 y septiembre de 2019, integrada en dos fases. En primer lugar, una serie de incursiones y acciones de retorno en Omaña y Las Merindades y, en un segundo momento, su presentación a través de una muestra y encuentro en el Laboratorio 987 del MUSAC.
En Las Merindades visitamos el C. E. I. P. “Valle de Losa” (Quincoces de Yuso), y recorrimos los espacios escolares, pasados y presentes, de Medina de Pomar, donde el Museo Histórico de Las Merindades alberga un proyecto etnográfico sobre las escuelas rurales de la comarca, ahora desaparecidas. Villarcayo, Aylanes, Ojo Guareña, Cornejo y fueron lugares significativos en esta ruta.
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© MONTAJE
En Omaña se fijó como campamento base la población de Robledo de Omaña. Con la mediación de la Reserva de la Biosfera Valles de Omaña y Luna accedimos al pueblo de Salce, cuya antigua escuela se preserva como bar y espacio de encuentro colectivo gracias a la acción conjunta de la comunidad local; en La Velilla se puede ver una escuela reconvertida en casa, mientras en Fasgar el espacio escolar se ha transformado en consultorio médico, albergue de peregrinos y bar. Curueña y Ariego también fueron paradas de un recorrido en el que, por último, visitamos Canales–La Magdalena.
Estos acercamientos previos permiten que, entre los meses de mayo y agosto de 2019, se tracen en comunidad con los vecinos de Omaña y Merindades acciones internas y actividades públicas. Entre éstas se subrayan el relato audiovisual que realizó Candela (Fasgar, Omaña), entonces una niña que se desplazaba 30km cada día para ir a la escuela; una jornada de reunión vecinal y celebración3 (Salce, Omaña) entorno a la antigua escuela, reconvertida en club social por las personas que viven en el pueblo; el diseño de una ruta4 narrada por Luis (Medina de Pomar, Merindades) y otros coetáneos que recordaron sus vivencias en el espacio escolar o la realización de un programa de radio en directo, junto a Jokin (Radio Valdivielso, Merindades), sobre la escuela rural.
Las incursiones y actividades de retorno se completaron con el recorrido documental que realizó Ricardo Suárez, fotógrafo afincado en Valladolid con raíces familiares en Omaña, quien dedicó varias jornadas a conocer a las personas, las escuelas y los entornos naturales que integran el territorio de Omaña y Merindades.
Muestra y encuentro en el Laboratorio 987
Los estudios de caso escogidos, paradigmáticos por su singularidad, vertebran tres tipologías relacionadas: la infraestructura en el territorio, las personas y sus afectos y, en tercer lugar, las políticas educativas acontecidas en dichas comarcas. Estos tres itinerarios visibilizan la performatividad del espacio escolar, que facilita su reapropiación y reprogramación. En síntesis, su actualidad crítica, su pervivencia.
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© Ricardo Suárez
La sala adquiere, a través de un diseño espacial específico, la forma de un entorno educativo y reflexivo donde acoger los materiales de trabajo, tanto encontrados como producidos, sin solución de continuidad: maquetas de los tipos arquitectónicos estudiados; objetos portadores de la memoria histórica de la escuela rural; documentos de las acciones y actividades de retorno ejecutadas; y el testimonio fotográfico de Ricardo Suárez que propone, en forma de atlas, una lectura abierta de los espacios escolares y de las personas que los custodian. A modo de preámbulo, la artista e ilustradora Cinta Arribas presentó una cartografía de las relaciones establecidas en Omaña y Merindades a través de una serie de dibujos sobre pared, elementos extraídos del ámbito rural que muestran desde otra perspectiva las realidades de estas dos comarcas.
La muestra se completó con una jornada pública5 conformada por una selección de actores territoriales que participaron de la investigación, un encuentro con las sensibilidades y experiencias de personas cuyas trayectorias vitales transitan por la realidad de la despoblación y la escuela rural, en diálogo con una fila cero –Marta Álvarez, Javier García, Fran Quiroga– y con agentes que abordan desde otros campos disciplinares las claves que el proyecto reúne. ¿Qué alternativas existen al cierre de muchas de las escuelas rurales? ¿Qué necesidades tienen las personas que custodian estos espacios? ¿Puede un espacio educativo trascender lo arquitectónico? ¿Qué transformaciones de uso viven los espacios escolares en el rural? Éstas fueron algunas de las cuestiones que planteó Campos. Despoblación, escuela rural y práctica espacial crítica6… que más adelante se desplegó en formato de video ensayo7 –para la Future Architecture Platform–, ponencia y debate –en la XVBEAU8, o en el Foro Territorios Resistentes9.
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© MONTAJE
Nuestra mirada retrospectiva parte justamente de la experiencia que este proyecto nos regaló. Y, en orden inverso al relato que hemos trazado, finalizar negando toda pulsión nostálgica, toda tentación de romantizar una realidad tan compleja, toda posibilidad expropiadora de usurpar la voz de otros. De este trabajo por siempre inacabado significamos lo que sigue: que la escuela, como la arquitectura, es un espacio que al tiempo que nos disciplina puede también emanciparnos; que los territorios no urbanos –para evitar la obsoleta dicotomía entre urbanidad y ruralidad y pensar desde la ambigüedad de los lugares en transición, de las contaminaciones e intercambios– escapan con más facilidad a la normatividad institucional y en esas fisuras es posible ensayar modelos espaciales y pedagógicos alternativos; que estos lugares tienen demandas y necesidades en extremo concretas, muy alejadas de la rancia patrimonialización o musealización que se les sobre-impone, lo que implica osificarlos en una foto fija del pasado; que poseemos una vastísima cantidad de infraestructuras dadas, de espacios accesibles que no están disponibles cuando deberían estarlo, ya que son un bien común; que algunas de ellas, como la escuela, tienen una agencia singular, puesto que movilizan nuestra memoria afectiva y con ella un arraigo que conlleva compromiso: aunque ya no sean espacios educativos persisten como lugares de vida comunitaria, de encuentro, aprendizaje y cuidado; que algunas formas elementales, como las piezas de madera con que se enseñaba geometría en tiempos de la Segunda República, siempre que estén construidas para durar, encierran un potencial de uso indefinido, atemporal. Que la arquitectura sin arquitectos estaba muy, pero que muy cerca y que en esta misión pedagógica fuimos nosotros quienes aprendimos.
Sirvan estas palabras de agradecimiento a todas las personas que nos acompañaron.
…
Campos es una investigación transdisciplinar a la arquitectura y la sociología, que incide en la realidad de la despoblación en las comarcas de Las Merindades (Burgos) y Omaña (León). Dicho fenómeno se aborda a partir del estudio de la memoria de sus escuelas rurales, así como de las alternativas espaciales y pedagógicas que plantean sus habitantes. Producida por el Laboratorio 987 del MUSAC entre 2018 y 2020, contó con el apoyo de la Universidad de León a través del Área de Actividades Culturales. Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Cultura y Deportes, y la Fundación Entretantos.
Autoría: MONTAJE (Saúl Alonso y Andrés Carretero) + Jorge Casas