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Así es como se suele llamar a los hombres incapaces de tener relaciones sexoafectivas con mujeres, ya sea por misoginia, misantropía o por el motivo que sea.

La verdadera arquitectura de cine / Arquitectura y cine: El secreto está en la masa

Hace poco corría por Twitter una pregunta que decía algo así: ¿Cuál es la película con mejor arquitectura? Las respuestas: Metrópolis, Playground, Mon Oncle, El manantial, dos películas iranís, una de 7 horas de duración y un corto que solo puedes ver con un VHS en una cueva cercana a la cumbre del Aconcagua.

Si no quieres ir al Decathlon para preparar tu subida a la montaña argentina, que sepas que hay películas más allá de aquellas que cualquier arquitecto con nombre, renombre o sin nombre te diría en público. Concretamente, aquellas que te diría en la intimidad, incluso aquellas que nunca reconocería. Por ejemplo, El Rey León.

En El Rey León (Rob Minkoff, Roger Allers, 1994) hay una escena en la que Scar contempla, desde una piedra-balcón, un desfile de hienas con haces de luces de fondo. Esta imagen es la forma que tienen los directores para contarnos que Scar = Mal, porque es una referencia directa a la película de propaganda nazi de Leni Riefenstahl «El triunfo de la voluntad». Scar/Hitler observa el desfile y lanza proclamas en el escenario efímero que construyó Albert Speer, la Catedral de luz. El fondo: pilares infinitos de luz hacia el cielo. El sistema constructivo: reflectores antiaéreos. A pesar del mensaje, fue una rápida, ingeniosa y efectivísima idea del arquitecto de Hitler, ante la imposibilidad por tiempo y dinero de construir algo «físico».

Fotograima de «El Rey León» comparado con la «Catedral de Luz» vista por Leni Riefenstahl.

En cualquier película de Marvel tenemos escenas en las que la arquitectura tiene importancia, no solo como fondo o como guiño, sino como una protagonista más cuya función es explicar cómo son sus usuarios. En , la arquitectura zahahadiense nos está explicando que Wakanda está tan preparada tecnológicamente como para formar parte del movimiento del afrofuturismo.

Fotograma de Black Panther (Ryan Coogler, 2018)

Denis Villeneuve podría ser arquitecto con su filmografía como portfolio: Blade Runner 2049 o Dune son puro brutalismo monumental. Hablando de Blade Runner (por su influencia en la película original) y de Dune (por su relación con la de Jodorowsky), el ilustrador Moebius es otro de esos no-arquitectos que podrían recibir el título de arquitecto por sus conocimientos de la ciudad, las proporciones, el paisajismo o la historia pasada, presente y futura de la arquitectura.

Fotograma de Dune (Denis Villeneuve, 2021)

En Joker se utiliza la arquitectura para contarnos qué le ocurre al protagonista. Cuando la vida se le hace complicada, cuesta arriba, literalmente aparece subiendo escaleras. Cuando se medica, cuando cuida a su madre, cuando intenta hacer comedia, cuando intenta descubrir su origen frente a Wayne… Arthur sube escaleras como sinónimo de esfuerzo. Cuando Arthur baja escaleras, se convierte en el Joker. Baja escaleras cuando le echan del trabajo o cuando roba los archivos de su madre. Descender hacia el Joker es mucho más fácil para Arthur que la cansada tarea de subir escaleras.

Fotograma de Joker (Todd Philips, 2019)

La arquitectura de El señor de los Anillos (Peter Jackson, 2001-2003) es tan compleja como la obra de Tolkien en sí. La Tierra Media, en las películas, son una enciclopedia visual de la historia de la arquitectura para todos los públicos: desde la arquitectura rupestre y art déco de los enanos, al modernismo y gótico élfico, pasando por el románico italiano de Gondor o el Arts&Crafts de los hobbits. Sin un solo edificio real, solo maquetas, pero con muchas referencias, se hace un repaso a la historia de la arquitectura con la ayuda de los ilustradores John Howe y Alan Lee.

Todo esto son solo unas cuantas muestras de que los arquitectos, igual que los cineastas, para hablar de lo nuestro no hace falta que seamos los más especiales, los más originales, la nota discordante o el enfant terrible de turno. También en Twitter, hace poco, alguien criticaba a aquellos cuyas películas favoritas son Drive, El club de la lucha, Apocalypse Now, El Padrino, Taxi Driver, American Psycho, Joker, El Señor de los Anillos, Pulp Fiction… No los criticaba por el factor común que tienen todas estas películas: muchos señores blancos, cis-hetero y especialmente tóxicos que se matan entre ellos. Solo hace falta sumarle Breaking Bad y Peaky Blinders para tener el pack completo de incel1 (1). No. Lo criticaba porque, según su opinión, que te gusten estas películas denota “no tener criterio propio, dejarte guiar por FilmAffinity o IMDB, por ser el ‘hombre-masa’ de Ortega”.

En la masa también hay cine y en la masa también hay arquitectura. Y buenos ejemplos, además. Negarlos, por el simple hecho de ser productos de masas, es igual de ignorante que consumirlos porque toca. Es más, es serlo por voluntad propia.

Y sí, he basado un artículo de arquitectura en dos tuits de una red social de masas, porque leo más tuits que tesis o artículos académicos.

Notas de página
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Así es como se suele llamar a los hombres incapaces de tener relaciones sexoafectivas con mujeres, ya sea por misoginia, misantropía o por el motivo que sea.

Por:
Pau M. Just es arquitecto y divulgador a través de su canal de Youtube "Deconstruyendo el cine".

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