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Entrevista a Montse Boher

Montse Boher es miembro de la cooperativa Eduxarxa. La entrevista versa sobre su experiencia como educadora y se centra en el proyecto de investigación INTEDU, impulsado por el clúster AMBIT. Una iniciativa pionera, que integra la neuroarquitectura en un proceso para mejorar las estrategias docentes.

Montse Boher, trabajando en el proyecto INTEDU.

¿Qué és Eduxarxa?

Eduxarxa es una cooperativa que trabaja como agencia y consultoría educativa. Desarrollamos proyectos muy diversos, desde el diseñar programas educativos, acompañar su implementación, creación de materiales didácticos en formatos diferentes, tanto digitales como analógicos, y el asesoramiento pedagógico.

Trabajamos con entidades muy diversas, lo que nos gusta y nos da mucha riqueza porque, aun cuando el público al que nos dirigimos son escuelas, institutos y centros educativos, la mayoría de los proyectos que desarrollamos son en alianza con otros agentes, que pueden ser museos, instituciones culturales, fundaciones diversas, empresas y agentes del tercer sector social.

Es muy interesante generar este vínculo, generar red entre los centros y su entorno, y con otros agentes. De hecho, el nombre de Eduxarxa viene de aquí, de crear estas redes y de que la educación salga de las aulas y llegue más allá, y que lo que haya fuera de las aulas entre también a las clases.

¿Qué aportáis al sistema educativo?

A nivel más concreto, aportamos recursos, ya sean en formato de materiales didácticos concretos o de programas que suponen un proyecto que se desarrolla en el tiempo.

Más de fondo, nuestra vocación es acompañar y contribuir en los procesos de transformación educativa y en la introducción de innovación educativa en los centros. Intentamos siempre que sea cuidando mucho la propia idiosincrasia de cada escuela.

Velamos también para que todo lo que se vaya descubriendo a nivel de evidencias científicas que sea idóneo para el aprendizaje se pueda ir incorporando a las aulas.

¿Cómo se relacionan los proyectos que planteáis con los espacios?

El espacio es un elemento que siempre se ha de tener muy en cuenta. Por nuestra experiencia, el contexto de aprendizaje, que es la palabra técnica que usamos para nombrar el espacio donde se desarrolla la actividad educativa, determina en parte este éxito que decíamos en el logro de los objetivos educativos. Justamente con el proyecto INTEDU hemos entrado muy a fondo en analizar este aspecto concreto: el impacto del espacio en los proyectos de aprendizaje.

¿Yendo más a la raíz, qué relación tiene la educación con el espacio?

El espacio es un elemento que ha sido motivo de reflexión en muchas tradiciones pedagógicas. Todo lo relativo a reforzar el vínculo con los elementos naturales, con el impacto positivo que tiene la naturaleza con el comportamiento humano, ya estaba en la tradición de renovación pedagógica de los años 30. En el caso catalán hubo proyectos muy importantes como la Escuela del Bosque o la Escuela del Mar, que iban muy encaminados a tener en cuenta el espacio en el que se desarrolla la experiencia educativa.

Al final, la mayoría de las conclusiones a las que se van llegando es que hay algunos elementos del espacio que ayudan a que la educación funcione mejor, pero sobre todo a que haya diversidad. Que el niño pueda estar en contacto con espacios muy diversos, porque eso lo va a enriquecer y le aportará aprendizajes diferentes.

Las aulas tienen mobiliario. Enseñamos con libros. Hay ordenadores, papeles, juegos, etc. ¿Qué relación existe entre el espacio y lo que contiene?

Todos los objetos, todos los elementos de diseño, de interiorismo, los objetos de mobiliario que hay dentro de un espacio educativo pueden, según cómo estén diseñados o seleccionados y ubicados, favorecer más o menos el proceso de aprendizaje.

También pueden facilitar      el uso de unas u otras metodologías educativas. Si en un aula hay un mobiliario muy rígido, pesado, fijo, eso condicionará al docente. La persona que está dinamizando la experiencia educativa ha de desarrollar unas estrategias determinadas de aprendizaje que serán más limitadas, porque el movimiento de los alumnos, su organización dentro del espacio estará más fijada y, por tanto, tendrá menos posibilidades de implementar estrategias didácticas diferentes. Y, en cambio, si este mobiliario y estos elementos del      espacio permiten una mayor flexibilidad de usos, esto siempre irá a favor de una mayor diversidad de estrategias didácticas.

Lo que se necesita en un centro o en un aula es que se pueda adaptar muy bien la propuesta educativa al grupo de alumnos y alumnas que tienes porque cada escuela, cada centro educativo, tiene una realidad de alumnado diferente, y dentro de cada aula hay también mucha diversidad. Si, por ejemplo, existen cortinas divisorias que permiten crear ambientes diferenciados, si se pueden crear diferentes atmósferas de luz, si se puede ir modulando en función de la actividad que quieres hacer, habrá unas posibilidades de espacios, de formatos, y eso enriquece y da más posibilidades a los docentes.

¿Qué es INTEDU?

INTEDU es un proyecto liderado por el equipo de Interiors Living Lab, una iniciativa promovida por el clúster AMBIT, el clúster de las empresas y profesionales del hogar y el contract. En el proyecto han participado sus empresas asociadas Mobles Grau como proveedor de muebles, Absotec como proveedor de soluciones acústicas, Goli Neuromarketing como start-up expecializada en neurotecnología y Elisava como expertos en neuroarquitectura y realización de modelos paramétricos. El proyecto ha contado con la colaboración de KID’S CLUSTER, el clúster de productos y servicios para la infancia, al que pertenece Eduxarxa. Además, el proyecto ha contado con la colaboradora externa Ana Mombiedro, como neuroarquitecta aportando su expertise en diseño de atmósferas de aprendizaje. El proyecto ha sido financiado por el Programa de Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI) del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Una sesión de trabajo del proyecto INTEDU.

¿Cuál es su objetivo?

Realizar una investigación industrial que aporte información para luego producir productos más adecuados a las necesidades de la sociedad. Hemos trabajado en un programa piloto en el Instituto Josep Brugulat, de Banyoles. Analizamos dos aulas diferentes, una de segundo de ESO para jóvenes de 13-14 años, y otro espacio de formación profesional para jóvenes de 17-18 años. Lo que hicimos en estos dos espacios fue analizar los comportamientos de estos jóvenes en el centro tal y como estaba.

A partir de este análisis se identificaron unos retos de mejora, se implementaron unos cambios en el diseño del espacio fundamentados en el uso de los productos de Absotec y Mobles Grau y se hizo una segunda fase de valoración para ver el impacto en los estados emocionales del alumnado y en los procesos de aprendizaje.

Para hacer el análisis se utilizó una metodología híbrida donde había dos partes, una cualitativa y una cuantitativa.

La cuantitativa consistía en captar datos a través de diversos sensores que permitían observar diferentes parámetros, el movimiento en el espacio, la respuesta emocional de los jóvenes.

La cualitativa se hizo a través de entrevistas, encuestas, también de focus group tanto con alumnos como con docentes.

Con esto identificamos las carencias que había y se hizo la propuesta.

La cuantitativa consistía en captar datos a través de diversos sensores que permitían observar diferentes parámetros, el movimiento en el espacio, la respuesta emocional de los jóvenes.

La cualitativa se hizo a través de entrevistas, encuestas, también de focus group tanto con alumnos como con docentes.

Con esto identificamos las carencias que había y se hizo la propuesta.

¿Qué alcance os gustaría que tuviesen estos cambios más allá del proyecto INTEDU?

Lo que sería interesante es que al final de la investigación se puedan aplicar los resultados obtenidos en procesos de investigación educativa y de investigación de diseño, en crear nuevos productos más adecuados para los centros. También en la creación de oportunidades de financiación, sobre todo para que la red de centros públicos pueda tener acceso a generar unos espacios más adecuados para la transformación educativa.

Lo interesante sería que hubiese una transferencia de estos resultados hacia la política pública para incidir en una transformación positiva de los espacios.

¿Cómo os ayudó la neurociencia en el proyecto?

La neurociencia es una disciplina que estudia los procesos de funcionamiento del cerebro. En el caso de la educación, cómo se crean o descrean redes neuronales en los procesos de aprendizaje.

Se trataba de observar cómo estos cambios en el espacio incidían en unos determinados estados cognitivos, o cómo una determinada composición de elementos del espacio podía generar una mayor o menor atención de los alumnos. También un estado más satisfactorio. Más empático.

Es interesante observar lo que pasa en el espacio, que no es sólo que el espacio o los objetos en sí mismos puedan generar más o menos bienestar. Sobre todo es que unos u otros espacios puedan permitir unas metodologías más flexibles. Y, al final, lo que sí se ve con los jóvenes es que necesitamos esta flexibilidad, que no todos estén ocho horas sentados y encerrados en un espacio, porque así es muy difícil sostener una concentración, una atención y un aprendizaje óptimos.

En la educación, el aprendizaje no sólo tiene que ver con los procesos cerebrales en sí mismos. También tiene que ver con la interacción social que se dan tanto con los alumnos como con los docentes, y con las estrategias didácticas y pedagógicas.

Dentro de este campo, ¿cómo os ha ayudado la neuroarquitectura?

No soy tan experta en esta temática porque nosotros, dentro del proyecto INTEDU, estábamos en la parte pedagógica, pero por lo que nos hemos ido impregnando en este proyecto, permite ver cómo los elementos que hay en el espacio, los atributos de diseño, la atmósfera, la temperatura, la luz, las texturas, los colores, la disposición de los objetos, genera unas u otras respuestas en el individuo. Genera unos estados. Hay estados que favorecen más el aprendizaje que otros. So todos están apáticos, distraídos, enfadados o nerviosos, será difícil que puedan estar haciendo un buen aprendizaje. La neuroarquitectura nos permite intentar favorecer justamente estos estados que permiten que el individuo siga aprendiendo. La verdad que ha sido un verdadero privilegio poder trabajar con profesionales de la neuroarquitectura de la experiencia de Alba Méndez, Ana Mombiedro, Ainoa Abella, Maria Araya y Anna del Corral. 

¿De qué manera puede influir la neuroarquitectura en el diseño de los espacios educativos de este proyecto?

Es un proyecto de investigación industrial, embrionario, pero es una labor que puede contribuir a obtener información relevante sobre cómo diseñar espacios de aprendizaje más óptimos para una vocación efectiva. Al final, los resultados refuerzan lo que ya se venía diciendo desde otras evidencias en el ámbito de la pedagogía y de la psicología, desde tradiciones pedagógicas que venían de lejos, de cuando todavía no existía la neurociencia: dar este protagonismo al alumno, la importancia de la motivación de la persona que está aprendiendo, y el hecho de incentivar la interacción entre iguales, que también es un elemento que favorece el proceso de aprendizaje.

Los resultados que ya se habían ido viendo en otras investigaciones pedagógicas hacen que la nuestra sea una labor más para ir impulsando estas transformaciones con esta vocación de que la educación pueda ser la mejor posible para todos.

Entonces podríamos decir que esta investigación también teje redes.

También las teje, sí, exacto.

¿Te queda algo más por decir?

Quizá, simplemente, resaltar la importancia de poner en valor los espacios en la educación, y un llamamiento a apostar por la educación, por la educación pública, sobre todo, que es a la que todas las personas pueden acceder, y para que los niños y jóvenes puedan tener los mejores espacios de aprendizaje posible. Los jóvenes son el futuro. Los necesitamos.

Muchas gracias.

 

Por:
(Barcelona, 1975) Arquitecto por la ETSAB, compagina la escritura en su blog 'Arquitectura, entre otras soluciones' con la práctica profesional en el estudio mmjarquitectes. Conferenciante y profesor ocasional, es también coeditor de la colección de eBooks de Scalae, donde también es autor de uno de los volúmenes de la colección.

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