‘Foodscapes’, el pabellón español en el contexto de la XVIII Bienal de Arquitectura de Venecia
“Qué significa ser un “agente de cambio”?” Así comienza la nota curatorial de Leslie Lokko, comisaria de la 18 edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia. Titulada “El laboratorio del futuro” e internacionalmente ya aclamada como una de las bienales más profundas y complejas, pone por primera vez a África y la Diáspora Africana en el punto de mira, enmarcada en una visión de la arquitectura contemporánea global como un tapiz de paisajes, actores y prácticas a menudo ignoradas por la cultura arquitectónica hegemónica. Y lo hace tomando como punto de partida la multiplicidad de voces que, en palabras de Lokko, completan la “historia de la arquitectura”, o la contribución de la arquitectura a la narrativa de la cultura. Para la sección de Proyectos y Participantes Especiales, Lokko ha escogido tres temas: Mnemónica; Alimentos, Agricultura y Cambio Climático; y Geografía y Género.
Bajo el título de “Foodscapes”, el pabellón español recoge en esta edición la ambición de contextualizar el panorama agroalimentario en España en un discurso global sobre la producción de recursos. El equipo curatorial liderado por Eduardo Castillo Vinuesa y Manuel Ocaña ha querido poner el foco en aquellas arquitecturas y paisajes que conforman la cadena de producción de los alimentos, y que tienden a ser invisibles tanto para los consumidores como para la disciplina arquitectónica. En la investigación presentada en el pabellón, los productores humanos y no humanos, los paisajes que habitan y sus dependencias transnacionales se hacen visibles. Su multiplicidad se ve reflejada en una exposición no jerárquica ni lineal, donde las paredes están tapizadas de fotografías y dibujos, invitando al público a encontrar las múltiples narrativas subyacentes.
La documentación expuesta es también un instrumento para otra función del pabellón — la de continuar la investigación a través de un programa público. A través de “Future Foodscapes Research Unit”, seis investigadores residentes desarrollarán propuestas para un futuro más resiliente del sistema alimentario, contando con un rico programa de mentoría, trabajo de campo en Venecia y eventos en espacios como Ocean Space, involucrando a decenas de expertos. El programa culminará con el prototipado de propuestas y su puesta a disposición del público (“Future Foodscapes Compendium”). A su vez, Lokko ha incorporado por primera vez en la bienal un programa de mentoría (“Biennale College Archittetura”) donde quince tutores, entre ellos los participantes del pabellón español Marina Otero, Guillermo Fernández-Abascal y Urtzi Grau, trabajarán con cincuenta jóvenes investigadores durante la duración de la muestra. En paralelo, en el programa “Carnival” se desarrollarán durante seis meses eventos, charlas, proyecciones y diálogos entre arquitectos, políticos, documentaristas y activistas. Para Lokko, “comisariar un programa público es cada vez más una forma de práctica arquitectónica”.
La palabra “práctica” se ha escogido deliberadamente, evitando designar a los participantes como “arquitectos”, “diseñadores” o “académicos” para evidenciar la necesidad de expandir y transformar la definición del término “arquitecto”. La voluntad de expansión de la definición de arquitectura resuena en toda la bienal, donde los participantes son mayoritariamente equipos pequeños. La sección central “Dangerous Liaisons” cuenta exclusivamente con participantes que trabajan de formas híbridas, cruzando fronteras disciplinares y geográficas. Las prácticas invitadas al pabellón español, también equipos pequeños y trandisciplinares, han colaborado con un fotógrafo, Pedro Pegenaute, y con varios documentaristas y productores audiovisuales. El resultado es una muestra de fotografías, dibujos, películas y textos que reflejan la complejidad de la práctica arquitectónica contemporánea.
Lokko afirma que la muestra no pretende ofrecer soluciones o dar lecciones, sino que su intención es ser una ruptura, un agente de cambio, donde el intercambio entre participantes, exposición y público no está predeterminada. “Foodscapes” invita a público y participantes a entender el sistema agroalimentario desde sus implicaciones sistémicas, políticas y ecológicas, y a tomar esa catarsis como punto de partida para avanzar hacia un futuro diferente.