Últimos posts
Tema - Pensamiento y crítica
Tema - Profesión

La Ley de Calidad de la Arquitectura, crítica desde una mirada feminista

La Ley de Calidad de la Arquitectura desde una mirada feminista es, en general, positiva. En realidad, lo son todos los marcos legales que ya desde su preámbulo incluyen la igualdad de oportunidades como un objetivo propio del texto o, yendo más allá, como un objetivo propio de la disciplina sobre la que regulan. Este es el caso de nuestra Ley, cuyo texto comienza relacionando “vida cotidiana” con el entorno físico en una frase que podría perfectamente formar parte del párrafo inicial de un manual sobre perspectiva de género aplicada a las disciplinas de planificación y diseño espacial.

Fragmento de la instalación fotográfica “Bauhaus Staircase” de Katharina Gaenssler en el MOMA de Nueva York (2015). Licencia CC BY-SA 4.0. vía Wikimedia Commons.

Las feministas, ya sea desde la academia o desde el activismo, hemos escrito largo y tendido sobre la importancia de incorporar la perspectiva de género en los marcos legales como un paso imprescindible para avanzar en la agenda feminista que, recordemos, no es otra que la de alcanzar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres de una manera efectiva. Ahora bien, hay muchos tipos de legislaciones, con mayor o menor capacidad de desarrollo y, por tanto, con mayor o menor incidencia en la realidad de una forma relativamente rápida. Desde una mirada feminista, la Ley de Calidad de la Arquitectura es una ley portal, una ley marco o una ley paraguas, depende cómo se mire. Pero es, sin duda, una oportunidad cuyo músculo se pondrá a prueba en su desarrollo, tanto desde el Gobierno de España como, muy especialmente, desde los Gobiernos Autonómicos, con mayores competencias en la regulación de nuestros campos de trabajo. Tendremos que esperar.

Creo que, por naturaleza, el feminismo es un movimiento optimista, al menos, esperanzado. Pero es también realista y precavido, porque la historia nos ha demostrado cientos de veces que en la lucha por las igualdades y por la ampliación de derechos, las reivindicaciones de las mujeres tienden a posponerse a favor de otras o a ser difuminadas hasta parecer innecesarias, que es aún peor. Este es quizás el peligro, desde mi punto de vista.

Que un texto con rango de Ley reconozca la arquitectura como un bien de interés general es importante. Por un lado, se reconoce oficialmente el impacto social, ambiental y económico de la arquitectura. Por otro, supone una serie de implicaciones relevantes para las Administraciones Públicas respecto a su relación con la arquitectura, ya sea como disciplina o como sector. Sobre la primera cuestión, lo importante desde el feminismo es recordar que esos impactos no son neutros; es decir, que no afectan por igual a mujeres que a hombres, ni en lo social, ni en lo ambiental ni en lo económico. Hay mucho escrito sobre esto. Sobre la segunda, cabría recordar la obligatoriedad que tienen las Administraciones Públicas de desarrollar políticas públicas incorporando de manera transversal la perspectiva de género. Esperemos que esto se tenga en cuenta en la regulación del Consejo sobre la Calidad de la Arquitectura y de la Casa de la Arquitectura, por ejemplo.

Sería deseable que, cuando decidamos aspectos fundamentales como qué es patrimonio, qué tiene calidad arquitectónica, cómo redactar unos pliegos, qué obras difundimos o qué y cómo enseñamos a las futuras generaciones recordemos que con todo ello estamos determinando qué Arquitectura -esa que es de interés general- estamos validando y consolidando como generación. La perspectiva de género aplicada a todo lo anterior puede ayudar a conservar y crear más y mejor arquitectura, a ampliar y diversificar modos de ejercerla y valorarla y, sobre todo, a construir una profesión más diversa, inclusiva, amable y con mayor potencial para incidir positivamente en la sociedad a través de sus tres principios históricos: la belleza, la firmeza y la utilidad.

Nos quedaría por hablar sobre cosas como el lenguaje del texto de la Ley o sobre quién la sanciona y nos informa de su existencia. Pero son aspectos que, precisamente desde una mirada feminista, no deben impedir poner en marcha los cambios transformadores a los que esta Ley podría dar cobijo, siempre y cuando las intenciones del texto se hagan realidad y la suerte nos acompañe.

Por:
Inés Novella Abril es arquitecta urbanista y máster en igualdad de oportunidades. Actualmente es investigadora y coordinadora de la Cátedra UNESCO de Políticas de Género en Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Politécnica de Madrid, y profesora del Departamento de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Valencia. Sus dos líneas de investigación abordan por un lado las políticas de igualdad y género en los campos tecnológicos y de la innovación, y por otro, la planificación y el diseño arquitectónico y urbano con perspectiva de género. Con experiencia en varios estudios de arquitectura y urbanismo, ha sido investigadora invitada en diferentes universidades españolas, europeas y americanas. Inés es asesora y consultora de diversas entidades públicas y privadas. Ha asesorado al Ministerio de Fomento, el Gobierno Vasco y la Generalitat Valenciana en diferentes normativas y políticas públicas sobre género y vivienda, destacando el nuevo Decreto de Habitabilidad de Euskadi. Ha trabajado para la Junta de Extremadura y la Junta de Castilla La Mancha sobre cómo incorporar la perspectiva de género en sus marcos regulatorios de planeamiento territorial y urbanístico. Inés tiene una larga trayectoria en el diseño e impartición de programas formativos ad hoc para personal técnico y de gestión en materia de género y planificación espacial. Ha sido la responsable de diferentes procesos participativos con mujeres relacionados con la calidad y seguridad en espacio público y el transporte, siendo responsable de su diseño, implementación y devolución. Derivado de estas investigaciones, su trabajo formó parte del Pabellón Español en la Bienal de Arquitectura de Venecia 2018. Ha sido una de las expertas consultadas para el desarrollo de la Agenda Urbana Valenciana y para la revisión de la Normativa de Habitabilidad de la Comunitat Valenciana. Ha sido seleccionada por la Academia ARL de Planificación Territorial de Alemania para formar parte del Grupo Internacional de Trabajo sobre Género y Cambio Climático en el Planeamiento Territorial y Urbano de Europa. Es socia fundadora de la Asociación de Mujeres Arquitectas de España (AMAE) y editora para Europa Occidental de la Bloomsbury Global Encyclopaedia of Women in Architecture, que se publicará a finales de 2023. Recientemente ha sido nombrada miembro del Consell Local del Disseny de la ciudad de Valencia.

Deja un comentario

Tu correo no se va a publicar.

Últimos posts