¿Una pregunta obvia? Quizás no tanto

¿Qué hacemos los arquitectos? Esta es la primera pregunta que plantea el nuevo director del Blog de la Fundación Arquia para el lanzamiento de su próxima etapa.

Obvia como parece, esta pregunta puede generar múltiples y muy variadas respuestas.

Histórica y etimológicamente, el arquitecto es quien toma las decisiones del orden y la palabra. Trasciende los límites del campo de la edificación. La arquitectura es una de las profesiones más antiguas del mundo, y se ha caracterizado por interpretar el contexto social, cultural, político y económico, y reflejarlo en una determinada configuración del espacio. Esta labor, que suena poética, se ha ido concretando – y se sigue concretando – por profesionales frente a encargos, desde aquellos que hacían los faraones egipcios o los monarcas ilustrados hasta los que pueda hacer hoy cualquier ciudadano, desde una persona que desea construir su casa hasta inversores que encargan grandes emprendimientos. Los arquitectos han mostrado siempre una preparación que ha ido dando prestigio a nuestra profesión.

Desde la Fundación, al escuchar la pregunta, nos resuena el libro número 5 de nuestra colección editorial arquia/contextos ¿Para qué servimos los arquitectos?¹, escrito por el arquitecto y catedrático, originario de Murcia, Ricardo Aroca.

En el libro, el autor reflexiona sobre cómo la función de los arquitectos se ha ido adaptando a cada momento histórico. Nos cuenta cómo ha ido respondiendo habilidosamente a las necesidades cambiantes, desde el antiguo Egipto hasta la actualidad, mencionando los aspectos más importantes y destacados en cada etapa.

Al final del recorrido, el autor llega a la actualidad reflexionando sobre cuáles son las señas de identidad del arquitecto y destacando su indudable responsabilidad. Muestra así, desde su punto de vista profesional, las diferentes caras o facetas de la profesión, ya que, además de ejercer la profesión diseñando y construyendo, ha dirigido instituciones formativas y asociaciones profesionales.

Aroca nos aporta las claves para entender cómo se ha llegado a la definición actual de la titulación de Arquitectura y cuáles son las herramientas de las que dispone el arquitecto para servir de algo a la sociedad en la que le toca vivir. Citando sus palabras “un arquitecto sirve para dar forma a las cosas teniendo en mente la habilidad, el encaje en el emplazamiento físico y en el momento cultural y social en el que se lleve a cabo la obra, la viabilidad constructiva y económica; además, interpreta la profusa, difusa y confusa normativa de todo tipo de obligado cumplimiento y gestiona la aprobación de los organismos encargados de velar por su cumplimiento”.

El autor responde también a la pregunta ¿Para qué se forma a los arquitectos?, haciendo una extensa reflexión sobre el sistema educativo.

Sin duda este libro aporta una de las posibles respuestas a la pregunta inicial, que parece no ser tan obvia después de todo.

Sobre la colección arquia/contextos

Fue editada en conjunto, por la Fundación Arquia y por la editorial “Los libros de la Catarata”. Además de cumplir con nuestra misión de difundir cultura arquitectónica, como el resto de nuestras colecciones, destaca por la aproximación de la figura del arquitecto a la sociedad, analizando las exigencias de la misma. Reflexiona sobre el papel de la arquitectura en el “contexto” actual, acercando a los ciudadanos la utilidad de los conocimientos, servicios y habilidades de los arquitectos, para así afianzar criterios que permitan comprender el quehacer arquitectónico y su contribución.