La arquitectura moderna en la casa de «LOS INCREÍBLES»
El estudio cinematográfico de animación Pixar se ha labrado en poco más de tres décadas una identidad genuina, dominando un discurso original a través de historias donde se asocian realidades cotidianas con la magia de lo excepcional. En la franquicia, el esfuerzo por tender lazos con el público está directamente relacionado con el diseño de sus personajes y, por supuesto, de los espacios que habitan. Uno de los ejemplos más notables donde la arquitectura juega un papel indispensable es en «Los Increíbles» (Bird, 2004). En el film, el hogar de los Parr pretende hacernos verosímil el día a día de una familia de superhéroes, pero ¿cómo consiguen esto a partir de la arquitectura?
La vivienda está ubicada en una ficticia área residencial suburbana cualquiera de los Estados Unidos, toda una casa para el americano medio que nuestro bagaje visual interpreta como reconocible. La casa presenta un marcado carácter mid-century propio de mediados del siglo XX, al más puro estilo «Palm Springs», que proliferó por la Costa Oeste estadounidense con protagonismo del hormigón y la piedra.
Asimismo, no es posible revisitar los años 50 americanos sin detener la mirada sobre el proyecto de las Case Study Houses, una iniciativa promovida por John Entenza en el marco de su revista Arts & Architecture. De la mano de reconocidos autores de la época como Richard Neutra, Craig Ellwood o Eero Saarinen, se desarrollaron modelos de vivienda asequibles y eficientes que fueron claves para definir el estilo residencial moderno. La cocina de los Parr, por ejemplo, se mira en el espejo de la vanguardia y la funcionalidad de las proyectadas para aquellas viviendas, donde dichos espacios se concibieron como lugares-núcleo determinantes para la nueva casa moderna, como es el caso de la «Bailey House» (1958) de Pierre Koenig.
Otro de los estilos perceptibles que alimentan el lenguaje visual de la película es la singular arquitectura googie, una tendencia inspirada en la estética urbana de «Las Vegas», del automóvil e incluso de la «Era Espacial», resultando decisiones creativas del todo acertadas para vestir visualmente una película de superhéroes.
Oblicuidad, alerones, vidrio, geometrías atrevidas, angulosas… La proliferación de electrodomésticos, mobiliario y demás artefactos de corte retrofuturista se puede apreciar en cada rincón de la casa. Además, este diseño fusión entre la nostalgia clásica y la ambición tecnológica, el futuro, encaja a la perfección con la premisa presentada en la película: Mr. Increíble es un justiciero venido a menos que añora sus años dorados y suspira por tener un nuevo futuro como superhéroe.
Finalmente, debemos rescatar una vez más al maestro Frank Lloyd Wright, sinónimo de «casa americana», por su ineludible influencia en la generación de un lenguaje propio para las viviendas estadounidenses. También en la casa de la familia Parr se descubre la vivienda usoniana de Wright, con su chimenea como núcleo estructurante del hogar, esa marcada tendencia a la horizontalidad, el fomento de la relación interior-exterior a través del trabajo de los límites y el empleo de materiales naturales que construyen entornos acogedores y hogareños donde, además, se dejan ver pinceladas al más puro estilo «aaltiano», así como de la modernidad sobria de Jacobsen o de los Eames.
Definitivamente, la vivienda de la superfamilia de «Los Increíbles» es digna de superhéroes, espejo de modernidad y vanguardia, elogio del progreso y la industria, al tiempo que acoge una familia convencional, un refugio íntimo del estilo de vida norteamericano.
Es increíble cómo una buena investigación te puede llevar a querer saber más sobre algo tan común como una película de Disney Pixar. Me encanta vuestra forma de contarnos esas pequeñas cosas que se convierten en algo grande e interesante. Gracias a Mireia y Raúl por contarnos cosas tan bonitas e interesantes. Esperamos vuestro próximo artículo ☺️
¡Estupendo artículo! Siempre es interesante aprender sobre arquitectura, pero lo es más todavía cuando se trata de películas que llevamos viendo toda la vida sin habernos dado cuenta de que son toda una lección artística en sí mismas.
Una chulada de artículo, muy bien escrito y tratando temas que normalmente nos pasan desapercibidos. Da que pensar la cantidad de cosas que no vemos, gracias por compartirlo.