Urbanismo a debate, los nuevos modelos de ciudad

Hace dos años, un 14 de marzo como hoy, se proclamó el estado de alarma en España, que supuso el inicio del confinamiento domiciliario. Lo que comenzaba como una ardua limitación durante 15 días se extendería meses y modificaría nuestro comportamiento a tan largo plazo que aún hoy vemos afectado nuestro día a día.

“La salud es lo primero” se convirtió en mantra y cada hogar en campo de experimentación de posibilidades arquitectónicas en la que ninguna distribución original quedó intacta. Esta doble reflexión sobre lo realmente importante y las limitaciones de nuestra vivienda se extenderían más allá de nuestra ventana que, con suerte, tendría vistas a una calle completamente vacía.

Ciudades fantasma por el coronavirus: Arco del Triunfo, Barcelona, España. Fotografía Sergio Basi

La crisis que “nos haría mejores” ¿Será la oportunidad para mejorar también la salud de las ciudades?

Destacar como puntos de inflexión el éxito del teletrabajo en muchos ámbitos laborales y la reivindicación del espacio exterior, que deriva en un intenso deseo de traslado hacia el campo, dejando atrás los alquileres de precios inadmisibles en la capital. Sin embargo, la arquitecta y urbanista Zaida Muxí defiende:

«La solución no es la casita suburbana, la de la salvación individual y del consumo sin fin, ya que ésta nos está llevando al colapso ecológico planetario, que esta vez ha sido señalado por el virus, pero también por el evidente calentamiento global que nos ha dejado el mes de mayo más caluroso nunca reseñado»¹

Así que es tiempo de mirar el problema de frente y atender diferentes propuestas, en busca de una salvación colectiva.

«…sirvió para poner sobre la mesa los cuatro grandes nuevos modelos urbanos que pugnan por cambiar la fisonomía de las ciudades: la ciudad compacta, las supermanzanas, la ciudad de 15 minutos y la ciudad sin coches. Todos tienen en común que “invierten la pirámide de planificación del transporte para que, en lugar de priorizar los automóviles, los planificadores urbanos prioricen el transporte público, caminar e ir en bicicleta”. Además, comparten “acceso a los espacios verdes, que es importante por muchas razones, incluida la salud mental, el funcionamiento cognitivo y la esperanza de vida…»²

Estos cuatro proyectos de ciudad no han nacido de la pandemia, pero parecen tener cabida y reafirmarse prometiendo un nuevo equilibrio en el urbanismo postcovid.

Ciudad compacta

La ciudad compacta, medida en densidad, aboga por un uso más diverso del suelo que deriva en trayectos más cortos, movilidad más saludable y reducción de emisiones.

«Aprendimos a apreciar que exista comercio de proximidad en nuestro barrio, la farmacia, la panadería, el kiosco, o la tienda que nos surte de productos indispensables. Cuando hemos podido salir, pasear hasta el lugar de aprovisionamiento ha resultado un verdadero placer. No lo olvidemos, ni que estas actividades solo perdurarán si son rentables, y ello requiere un “pacto de equilibrio en las prestaciones y de fidelización”, con protección efectiva de la Administración hacia estos verdaderos equipamientos de ciudad. Un “activo urbano” que no debe desaparecer.»³

Supermanzanas

Las supermanzanas, como células urbanas de unos 400 metros de lado, suponen la limitación del tráfico motorizado con el fin de reestructurar la circulación de la ciudad a favor del peatón. Se trata de una estrategia que ‘humaniza la ciudad’ y como demuestra en imágenes Xavier Matilla⁴, permite que los niños vuelvan a ocupar la calle para jugar sin riesgo, fenómeno que se hace tangible gracias al programa ‘Obrim Carrers’ del Ayuntamiento de Barcelona que, desde principios de 2020, mediante el corte de tráfico en determinadas calles durante el fin de semana, promueve una ciudad más saludable, más humana y más segura. Y con qué ganas volvimos a ocupar la calle…

Plaza Superilla de Sant Antoni de Leku Studio ©DEL RIO BANI

Cuidad de los 15 minutos

La ciudad de los 15 minutos además de una reducción considerable de la contaminación, demanda la igualdad tras una pandemia que no ha hecho más que enriquecer a los ya adinerados y oportunistas frente a un crecimiento general de la pobreza. La ruptura con la zonificación residencial por clases sucede en un planteamiento de ciudad que con multiplicidad de actividades compartidas da lugar en un mismo espacio a diferentes grupos de población.

Ciudad sin coches

La ciudad sin coches, aunque parece una utopía, se convirtió en realidad durante el confinamiento estricto, y cuando la propia naturaleza en forma de fauna recolonizó la ciudad nos vimos sorprendidos por lo que la reducción de la contaminación del aire y de ruido es capaz de significar.

El debate sigue abierto, ¿cuál será el nuevo modelo de ciudad? El urbanismo es una disciplina de inmensa complejidad en la que tener en cuenta muchos factores. Habrá que empezar por todos esos puntos comunes a estas propuestas, sin olvidar que una ciudad saludable deriva en una población más sana.

Marina Sánchez Guzmán, redactora Fundación Arquia.

Graduada por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga y arquitecta por la Escuela de la Universidad Politécnica de Valencia. Ganadora de la beca Arquia en gestión cultural en la Fundación Arquia, gestiona y desarrolla el programa cultural arquia/filmoteca y es redactora de contenidos para el Blog de la Fundación Arquia desde enero de 2022.