Feminismo en la enseñanza de la arquitectura. La importancia de tener referencias

Imagen collage de Luciana Pellegrino

Como no puede ser de otra manera la enseñanza también merece ser revisitada y actualizada en aras de una igualdad real. Es necesario revisar los preceptos con los que se seleccionan ejemplos y referencias. Es necesario revisar las bases y la experiencia situada de quienes han escrito la historia que se da por una única y no es así. La historiografía, que es lo que escribimos y leemos para entender que ha pasado en la historia, está sesgada por conceptos y prejuicios arrastrados por siglo que han invisibilizado y borrado a las mujeres como agentes históricas ¹. Valoraciones y prejuicios construidos desde la misoginia, el sexismo, el machismo y el patriarcado ².

Es necesario enseñar o seleccionar referentes de manera igualitaria, hombres y mujeres, al igual que personas de diferentes procedencias. En un mundo global es imperativo romper con los ejemplos únicos, masculinos y del norte global, para incluir un espectro amplio de aportaciones. En este sentido, es muy importante nombrar con nombre y apellido para que no desaparezcan las mujeres detrás de las iniciales; es igualmente importante nombrar los equipos que realizan los trabajos, para dejar de construir falsas historias de héroes míticos, ya que esto solo puede llevar a profesionales, hombres y mujeres, frustrados antes de comenzar.

El análisis de las realidades y los programas para los proyectos tienen que incorporar la perspectiva de género, ya que solo sabiendo cómo funcionan los roles binarios que conforman nuestra sociedad podremos responder en equidad para una igualdad real. Se tiene que abandonar la idea de un habitante / usuario neutro, abstracto, ya que no todas las personas tenemos las mismas necesidades ni capacidades, por ello la mirada analítica con perspectiva de género interseccional nos permitirá entender la complejidad social, de necesidades, de maneras de vivir, etc. Y así ajustar los proyectos propuestos en programas y luego resueltos a la máxima diversidad, contrariamente a como se hace cuando no se consideran las diferentes experiencias de las personas.

Para construir estos nuevos andamiajes es necesario cuestionar las presunciones y conocimientos que nos han traído hasta aquí. No hay nada más emocionante que el viaje del conocimiento basado en preguntas y dudas sobre lo que nos ha venido dado. Para colaborar en estas preguntas desde el feminismo y en respuesta a la constatación de la falta de conocimiento que se tiene, desde las carreras técnicas en general y desde la carrera de arquitectura en particular, de estas otras voces con enfoque de género hemos preparado una “Antología de textos feminista para arquitectura” ³. Nos encontramos diariamente en los entornos universitarios con la negación y falta de interés que son avaladas por el sistema sociocultural hegemónico sobre el que descansa la academia, acerca de las aportaciones del movimiento y los pensamientos feministas a la concepción y a la revisión espacial y social.

Habitamos un entorno de pensamiento social y físico androcéntrico y patriarcal que ha generado un sistema de conocimiento falsamente neutral y a pesar de lo avanzado en cuanto a igualdad y visibilización de las mujeres, sorprende seguir escuchando comentarios y viendo actitudes fruto del desconocimiento en las escuelas de arquitectura: que si la aplicación de la perspectiva de género o del feminismo son modas; que si se trata de un hombre que respeta a las mujeres hará lo mejor para ellas y por ello no necesita saber más; que un trabajo de investigación histórica que revisa críticamente con enfoque de género la construcción de la historiografía moderna es considerado ajeno a la historia de la arquitectura.

La educación, el aprendizaje feminista que busca la igualdad se basa en la colaboración y cooperación; en la empatía; en reconocer el lugar que cada quien ocupa y desde el que sabe; y sobre todo en una mirada y un pensamiento crítico sobre lo dado sin cuestionamiento. Las mujeres, como no puede ser de otra manera, hemos estado presente en todas las etapas de la humanidad, y el borrado de su presencia ha significado una pérdida colectiva, un empobrecimiento cultural y social, que no deberíamos seguir permitiendo.