8 años y 30 posts en el blog de Fundación Arquia

En 2022 el blog de Fundación Arquia cumple 8 años, un periodo en el que hemos vivido la articulación entre la eclosión de los blogs de la primera década de los 2000 y la actualidad con su diversidad de plataformas, canales y formatos. Pertenezco a la generación que está por cumplir su primera década de profesión durante ese tiempo, compartiendo en este blog un espacio digital de conversación junto a colegas tanto de mi misma quinta como de hermanas y hermanos mayores, de mentores. Este trigésimo texto que envío a su imprenta virtual representa una ocasión excepcional para repasar y hacer balance.

El repaso, por extenso, está disponible en el canal de YouTube de Amate+Saga. El balance, por sintético, viene a continuación.

Crecer como arquitectos en el entorno de Blog Arquia ha significado disfrutar de una plataforma ideal para reencontrarnos con nuestra vocación. Hace unos días Zaída Muxí comentaba cómo, tras acabar una carrera que a menudo nos maltrata y nos quema, es posible “emprender un trabajo de corrección, de renovación y de re-enamoramiento.”¹

No creo equivocarme si digo que los corresponsales ‘junior’ de esta casa hemos vivido aquí parte de ese proceso. Síntoma de ello es que todos hemos acabado ligando de algún modo nuestra trayectoria a la escritura y la divulgación. En este tiempo, nuevos corresponsales jóvenes se han incorporado y viven un proceso similar. El Blog de Fundación Arquia crea escuela. Eso es un tesoro.

Otro aspecto a destacar es que, aunque la actualidad y el modo de comunicarla ha cambiado en estos años, los grandes temas siguen ahí, perennes: las maestras y maestros reconocidos, ya sea en vida² o porque nos dejaron.³ Las grandes exposiciones⁴ y festivales de arquitectura. La educación y sus programas, con textos producidos tanto por profesoras veteranas⁵ como por los que hace nada éramos estudiantes y en algún momento acabamos sobre la tarima.⁶ Los pesares rutinarios de la profesión junto a sus retos técnicos y burocráticos.⁷ Los neologismos y la presencia de la arquitectura en los medios.8

Si bien los casos específicos han ido cambiando, estas discusiones generales continúan. Funcionan como un nexo transversal a toda la profesión, conectando experiencias de muy distinto tipo y procedencia. En estos temas nos encontramos. En estos temas, también nos criticamos.

Y es que en la escuela de Blog Fundación Arquia también hay espacio (mucho) para la crítica (ácida), a menudo con guiños discretos (o no tanto) entre nosotros mismos. La transparencia es total y eso es también un valor. En mis 30 post como corresponsal jamás me han cambiado una coma de sitio. No creo que a nadie le haya sucedido. Aquí hemos podido siempre sentirnos orgullosos de nuestros juicios acertados y arrepentirnos de nuestros gazapos. Esto resulta especialmente interesante cuando más de un corresponsal escribe sobre el mismo tema, mostrando entre sus líneas los conflictos y debates propios de nuestro gremio.

En definitiva, revisar nuestros textos antiguos es, además de pudoroso, un modo de reflexionar sobre qué ha cambiado y qué continúa vigente. En ese proceso se hace evidente que el blog de Fundación Arquia ha sido y sigue siendo un excelente lugar donde crecer y evolucionar. Que no nos falten nunca lugares así.