¿Y si ya vivimos en la ciudad del cuarto de hora?

Esquema explicativo de la propuesta del Paris du ¼ d’heure en el programa electoral de Anne Hidalgo (Paris en commun) para las elecciones municipales de 2020.

Seguro que todos hemos oído hablar del último paradigma urbano: la ciudad de los 15 minutos. Si bien Melbourne  o Portland ya habían planteado antes conceptos similares, ha sido la propuesta de Anne Hidalgo para París la que ha puesto el término en boca de todos. Se me ocurren 2 razones de su éxito: en primer lugar, que esta vez era París la que lanzaba la propuesta (acompañada de una fantástica comunicación visual), y en segundo la pandemia de la COVID-19. Y es que se ha señalado como una herramienta eficaz para establecer Áreas de Prevención de Epidemias ¹  y como un modelo urbano para la recuperación (por ejemplo por el C40 ).

Durante el primer confinamiento el grupo de investigación en Arquitectura, Urbanismo y Sostenibilidad de la ETSAM publicó tres artículos en re-hab que de nuevo ponían en relación la ciudad de los 15 minutos y la crisis de la COVID-19 ². En el primero de ellos se visualizaba una cuestión esencial para alcanzar este paradigma: la densidad. En él se clasificaban las áreas urbanas de Madrid entre aquellas que ya son ciudad 15 minutos (densidad > 100 hab/Ha) y aquellas que son ciudad “de la hora y pico”. Pues bien, gran parte del tejido urbano de Madrid consolidado hasta mediados del S. XX es ya una ciudad del cuarto de hora, al menos en términos de densidad. Previamente, desde Barcelona, 300.000 km/s publicaban vía Twitter sus mapas del confinamiento. En el nº9 mostraban que la distancia media a servicios esenciales en su ciudad era de 53 metros . Por tanto, nuestras ciudades compactas mediterráneas son densas y permiten acceder a los usos urbanos cotidianos (incluso en situación de pandemia). Entonces, parece que buena parte de los barrios en los que vivimos son ya una ciudad 15 minutos.

La pregunta pertinente no sería ya entonces ¿de cuánto es tu ciudad?, sino ¿cómo es tu cuarto de hora? ¿verde, saludable, accesible…? Frente al cuánto, el cómo. Mikael Colville-Andersen en The Life-Sized City, decía que tenemos la enorme suerte de vivir en ciudades que ya tienen lo más difícil de conseguir: densidad (posiblemente en exceso en nuestro caso español, no nos vamos a engañar). Pero, ¿de verdad los que vivimos en esas ciudades de 15 minutos pensamos que vivimos ya en un paradigma urbano? Queda mucho por hacer, y en nuestro caso especialmente en la accesibilidad, sostenibilidad y equidad del espacio público.

En resumen: un sí rotundo a la ciudad del cuarto de hora, con un “pero”. No puede ser sólo un concepto cuantitativo de grandes números (el cuánto), sino también, y sobre todo, debemos debatir y decidir cómo queremos que sean nuestros “cuartos de hora”. No pueden ser iguales a los de París. Cada ciudad debe hacer suyo el concepto, adaptándolo a su realidad urbana y social. Si no lo hacemos todo el mundo empleará el término y muchas ciudades serán ya ciudades del cuarto de hora. Entonces el concepto quedará vacío y pasará a la historia de los paradigmas olvidados del urbanismo.