Arquitectura frugal, lujo espacial.

©Rogelio Ruiz

Creo que no son los grandes arquitectos los que hacen que el mundo cambie. Que Le Corbusier y el funcionalismo, fueron determinantes tras las guerras, porque la sociedad no podía pagarse fachadas Art Nouveau esculturales… Ahora, vemos que sostenibilidad, confort térmico, sol en las galerías… son un deber arquitectónico y además, que no podemos generar tantos residuos. Por lo cual, Anne Lacaton y Philippe Vassal, Premios Pritzker 2021, se han convertido en ese estudio, francés, que si no hubiera, habría que inventar.

 

En París, hace años, nos recomendaron su Palais de Tokyo. Quedé impresionado. Ya saben, París la ciudad perfecta. Pero este edificio había sido restaurado “mirando por el dinero”, dejando partes inacabadas para que, el único protagonista fuera la obra de los artistas. “Todo lo necesario, pero nada más que lo necesario” decía Heine.

 

He visto a Jean-Philippe Vassal en un congreso en Pamplona (2016), organizado por Mangado, y entre tantas estrellas (muchos ya Pritzker) Jean-Philippe Vassal brilló por su austeridad (Anne Lacaton no estaba). Dijo que les preocupaban cuestiones de presupuesto admisible-sostenibilidad-ciudad inteligente, pero acometidas desde una estrategia elegante: “la poesía es esencial, la amabilidad, la belleza, la generosidad”. Nos gustan los poemas, sentenció. Nos inspiran los Lake Shore Drive Apartments en Chicago y las Case Study Houses.

 

Vimos casas autoconstruidas sobre forjados dispuestos por ellos en Berlín (IBA 1987), viviendas perfectibles. Una casita muy ligera en África y, entre tanto tecnológico, mostraban como ejemplar el modo de construir de los africanos.

 

HABITAR, LIBERTAD, CONFORT, GENEROSIDAD DE ESPACIO, PLACER Y LUJO PARA TODOS.  Lujo espacial, conseguido con invernaderos que adosan a edificios sociales, (lucharon contra el criterio de la vivienda pública francesa en función de superficie y lo cambiaron en función del presupuesto). Así reformaron el Grand Parc (530 viviendas sociales en Burdeos) y estiman que amortiguaron su impacto sobre la ciudad antigua. El problema que veo es el borrado de la imagen de una época y que esa fluidez espacial se produce en los dos sentidos y muestra también el interior descontrolado como parte del proyecto. Vimos la Universidad de Nantes, también con esos filtros-invernaderos espaciales, sus primeras viviendas en Burdeos (en la foto) y, muy interesante, el centro artístico de Dunquerque, en el que duplican el volumen de la ruina industrial a restaurar, generando unas relaciones muy sugerentes: lleno-vacío.

 

Y nos daba más recetas: FLUIDEZ, MOBILIDAD, SISTEMAS CONSTRUCTIVOS ESTRUCTURALES. Citó a Emilio Ambasz: «Si la naturaleza fuera perfecta no tendríamos que hacer casas».

 

Debemos muchas veces “no construir, o casi no hacerlo”, y de ejemplo un parque en Burdeos, que al verlo para hacer el proyecto les pareció que estaba bien, y dijeron al Ayuntamiento que proponían: ¡no hacer nada!

 

El Pritzker nos invita a pensar hacia dónde va la Arquitectura y, en estos momentos de tribulación, nos da la prueba de que sin derroches, guardando lo que tenemos, y sentados al sol en nuestra galería, podemos afrontar, más alegres, la vida.

Por:
(Mieres, Asturias, 1965) Arquitecto por la ETSAValencia, doctor por la Universidad de Valladolid, donde ha publicado su tesis “La Arquitectura atravesada por la luz” Mención Concurso Tesis ARQUIA 2009, Miembro Jurado ARQUIA PROXIMA 2011-12. Escribe habitualmente en conarquitectura, Scalae, Plataforma Arquitectura, Blog ARQUIA... Profesor invitado en diversas universidades nacionales e internacionales, ha ganado numerosos concursos y premios y menciones por su obra realizada con Macario Luis González Astorga (Premio Asturias Arquitectura, Europa Nostra, Julio Galán...) desde Mieres, Asturias. Acaba de publicar “rutARQ de la Plata, nuevos conquistadores del espacio” ediciones conarquitectura.

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