Piensa en el último paisaje que te ha impactado ¿Es un paisaje urbano o un paisaje natural? Recuerda y analiza por un momento que elementos tenia ¿un río, el mar, un lago, arboles, plantas, edificios antiguos, una plaza, un camino, la luz del sol?
En los últimos meses has estado alejado de ese paisaje y de muchos otros que te han llegado al alma. Has sentido la necesidad de volver a ellos o de descubrir otros.
Te has preguntado ¿Por qué buscas paisajes bonitos? Desconectar, cargar pilas o disfrutar de la naturaleza pueden ser algunas de las respuestas que te vienen a la mente. Estos son argumentos lógicos y razonados, pero ¿Si te digo que además existen factores emocionales que te llevan a necesitar ese contacto? Y esos factores son muy poderosos.
Existe una relación entre el bienestar psicológico y la estética ambiental. Es decir, que al disfrutar de un paisaje bello estás obteniendo un beneficio físico para tu mente y tu cuerpo. Esto puede parecer trivial, pero tiene su origen en lo más profundo del ser humano. Te parecen “bellos aquellos paisajes que incluyen una serie de rasgos (tanto de configuración espacial como de contenidos específicos) que a lo largo de la filogénesis demostraron ser beneficiosos para la supervivencia biológica de nuestros ancestros homínidos” 1
El entorno afecta de manera directa en tu estado de ánimo, por eso un confinamiento tan largo en un núcleo urbano ha sido tan duro en algunos casos. Estar alejado de bellos paisajes hace mella en el estado de ánimo. Pero la relación entre la estética y las emociones es más profunda.
La valoración estética está influenciada por las emociones, lo que sentimos en un lugar hace que lo consideremos feo o bonito. Según la teoría del psicólogo Daniel Berlyne depende de dos dimensiones: placer y arousal (este último es el nivel de activación cerebral). Si percibimos un paisaje o lugar como tranquilo, cómodo y además excita nuestros sentidos (alto nivel arousal) lo valoraras como un paisaje bello. Por el contrario, si es inseguro, desolado, sucio y además es aburrido (bajo nivel arousal) lo clasificarás como feo y poco atractivo.
Las investigaciones realizadas por los psicólogos Galindo y Corraliza demuestran la teoría Berlyne. Realizaron una serie de encuestas a un grupo de habitantes de Sevilla. En ellas les pidieron que valorasen estética y afectivamente una seria de paisajes urbanos de su ciudad. El resultado fue que los lugares que tienen rasgos beneficiosos para la supervivencia humana provocan emociones agradables y son considerados como bellos. La vegetación, la luz, el orden, la amplitud son aspectos que provocaron sensaciones de tranquilidad, seguridad y comodidad. Estos paisajes son valorados como más bonitos.
Es cierto que un paisaje bello no solo es aquel que tiene los rasgos y características necesarias para la supervivencia. Vives en una sociedad compleja, sofisticada y avanzada, no te hace falta vivir en un vergel para sobrevivir. Puede que seas capaz de apreciar la belleza de un paisaje desértico u hostil, incluso disfrutar de él gracias a los avances tecnológicos. Estás en situación de disfrutar de una experiencia estética de lugares impensables para nuestros antepasados. Pero lo que sí perdura es que la belleza te hace sentir bien.
¿Qué paisaje estas buscando?
Referencias:
Berlyne, D.E. (1960). Conflict, Arousal and Curiosity. Nueva York: McGraw Hill.
Galindo, M.P. y Corraliza, J.A. (2012). Estética ambiental y bienestar psicológico: algunas relaciones existentes entre los juicios de preferencia por paisajes urbanos y otras respuestas afectivas relevantes. Apuntes de Psicología, 30(Número especial: 30 años de Apuntes de Psicología), 289-303.