Comunicar arquitectura

Recordando a Coderch | Fuente: Jaume Prat

Hace 10 años que utilizo las redes, o al menos así lo indica la más antigua que uso. Una década, casi nada, algo que surgió como una nueva forma de compartir las vivencias del día a día entre los universitarios americanos, se ha convertido en una de las herramientas ¹ de comunicación con más usuarios.²

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Un periodo lleno de acontecimientos que han marcado y producido cambios en la forma de comunicar, una palabra que en su propio significado contiene una acepción ³ que abarca mucho más de lo que a priori podría uno pensar

            “Hacer a una persona partícipe de lo que se tiene”.

 Así durante este periodo los arquitectos se han esforzado en hacer partícipe a la sociedad del mundo en el que trabajan, estudian e investigan. Bien es cierto que este esfuerzo ha tenido suertes dispares, debido  posiblemente a la inexperiencia, el medio, etc.  Si bien con el paso del tiempo estos factores se han mitigado, parece que aun arrastramos el mantra de

“los arquitectos no saben comunicar”. ⁴

En  general los arquitectos somos muy (auto) críticos, incluso demasiado severos en comparación con otros profesionales cuyas labores, tienen el mismo o mayor impacto en la sociedad.

En esta búsqueda de realizar mejor esta labor, se desarrolló un evento, Vasos Comunicantes, con tres intervenciones ⁵ que mostraban  su  capacidad y enfoque a la hora de comunicar arquitectura.

Aunque pueden parecer dispares, todos mostraron unas raíces comunes, y forman parte del ecosistema de medios⁶ arquitectónicos del panorama actual.  Estas raíces pivotaron sobre algunos de los principios esenciales heredaros⁷ tales como contenido, lenguaje y credibilidad. Hoy en  día dada la rapidez y fugacidad de algunas herramientas bien podríamos incluir la constancia como una virtud.

¿Quién no ha leído alguna vez “el contenido es el rey”? ⁸ Pese a ser una de las frases que más empleadas en marketing, no es ajena a la realidad,  la información es lo más importante, pero no cualquiera, tiene (o debería) ser de calidad, al menos de la máxima alcance del emisor.

 Pero como en todo acto de comunicación debemos tener en cuenta al receptor. Es imprescindible saber cómo expresarte para que la información llegue correctamente, es decir acercarnos al nivel del receptor (no implica banalizar ni rebajar la calidad), y es ahí donde adquiere una relevancia capital el lenguaje.  Esta virtud es más importante que el medio ya hoy son unos pero mañana pueden ser otros (recordemos Fotolog, Tuenti, Vine o más recientemente Google+).

“La mayor virtud de internet es a su vez su peor defecto.” Anatxu Zalbeascoca

Así es que, cómo escoger o jerarquizar entre tanto contenido, pues en aquellos emisores que muestren un alto grado de credibilidad. ⁹

Si bien estos principios no son nuevos, en arquitectura deberíamos incluir el tiempo, uno de los grandes materiales  y un “testigo de la historia”. Pero este lento fraguar es muy importante “aunque eso choque de algún modo con este mundo tan acelerado” ya que decantará muchas de las modas pasajeras que muchas veces la acompañan.

Pero quizás la primera gran cuestión sea  

                       ¿qué comunicar en arquitectura?

Mientras tanto comuniquemos lo mejor posible.