Perfil multidisciplinar o especializado. El dilema del arquitecto español en el mercado laboral.

Recuerdo que hace algunos años fuimos convocados a manifestarnos en la Gran Vía junto a los estudiantes en medicina para reclamar el reconocimiento de nuestros estudios como master en lugar de grado, algo que sé que se nos concedió porque tengo un papel en inglés de la ETSAM que así lo atestigua.

 

Ese reconocimiento no fue un regalo ni una concesión. Fue la lógica consecuencia de un plan con un montón de créditos distribuidos en seis años más el proyecto fin de carrera, que luego menguó para adecuarse a Europa (grados de cuatro años, master dos años más, luego doctorado).

 

El caso es que esos muchos créditos se distribuían en un buen montón de asignaturas de perfil humanístico y técnico y otro montón de cursos de proyectos, claro; lo cual, continuó con la ambición de siempre de formar arquitectos con un doble perfil más allá de meros diseñadores o dibujantes de planos sin ninguna idea de cómo se construían los edificios o qué instalaciones necesitaban o qué estructuras los soportaban, algo que sí ocurre en otros muchos planes (puros) de arquitectura, según hemos sabido todos conforme la emigración se ha convertido en norma más que en excepción, en muchos otros países e incluso en escuelas de prestigio.

 

Lo cierto es que nuestro perfil es inusual y muy difícil de encajar a veces en el mercado laboral anglosajón, por ejemplo, donde no se entiende demasiado un arquitecto generalista frente a un especialista en fachadas, viviendas, hospitales, o lo que sea.

Esto es un hecho contrastado por muchos compañeros que lo han  vivido en primera persona cuando algún cazatalentos  se ha acercado a un perfil de linkedin donde aparecían experiencias docentes junto a proyectos construidos y exposiciones,  artículos para revistas y un sinfín de incunables difícilmente digeribles por un profesional de recursos humanos acostumbrado a ver carreras profesionales  consistentes y homogéneas donde se empieza siendo arquitecto junior y se acaba siendo socio o jefe de equipo en un área determinada y muy específica que no deja dudas sobre lo experto que se es y el valor que se ofrece.

 

En la sesión “Salto al Vacío. Boundless oportunities for fearless architects” del pasado mes de junio en Roca Madrid Gallery que pudimos reseñar aquí meses atrás, primero Juan Roldán señaló la dificultad que podía suponer encontrar un trabajo en el entorno académico si nuestro perfil no estaba dirigido por una línea de investigación clara que pudiera ser identificada por nuestro futuro empleador, siendo lo contrario, la multiplicidad de trabajos realizados y experiencias docentes más bien un escollo para él por la dificultad en asignar un perfil docente en un área determinada al candidato. En el ámbito de la edificación y el desarrollo de proyectos, de forma análoga, Carlos Arroyo y Manuel Clavel señalaron cómo los grandes proyectos se confiaban a grandes estudios con un portfolio donde quedara patente una larga experiencia previa en la tipología de edificio en cuestión (sin que esto supusiera necesariamente que tuviera que ser sólo una) y cómo el arquitecto español podía hacerse un hueco después de una primera experiencia satisfactoria al comprobar el cliente que efectivamente podía confiarle no sólo el diseño sino muchas otros asuntos que tradicionalmente eran subcontratados a otros expertos, y cómo esto sucedía tras la confianza en este perfil multidisciplinar que primero podía causar recelos si bien luego se convertía en una ventaja por la tranquilidad que transmitía al cliente el que una sola oficina pudiera ocuparse del proyecto en su totalidad, o casi.

 

Por tanto, renunciar a mostrar un perfil demasiado amplio puede tener resultados óptimos cuando nos enfrentamos al mercado laboral internacional.  Siempre habrá tiempo de mostrar nuestros muchos encantos y capacidades una vez conseguido el encargo o el trabajo.

Por:
Beatriz Villanueva es Doctora en Proyectos Arquitectónicos Avanzados, MArch y MPAA (ETSAM). Francisco J. Casas es Doctor en Comunicación Arquitectónica, MArch y Master en Análisis, Teoría e Historia de la Arquitectura (ETSAM). Fueron comisarios de “Menáge a Trois”, “F. A. Q.”, “Portfolio Speed Dating”, “Al Borde de la Crítica” y de la exposición "Couples & Co.: 22 Mirror Stories of Spanish Architecture" en Berlín, Hamburgo, Sevilla y Granada.  Han sido profesores en IED, UEM, UCJC, ETSA Zaragoza, Summer School AA (Londres) y ahora en Riad desde 2014.

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