Redes de divulgación, ¿llegamos a todos?

“La escuela de Atenas”. Obra del artista Raffaello Sanzio, 1510-1511. Fuente: Twitter @raphael_paints

La ciudad es escenario, hábitat y soporte, la leemos en artículos, noticias e historias, la estudiamos y sobre ella se elaboran teorías, proyectos y planes urbanos. La ciudad es un lugar, pero también es la suma de un complejo imaginario que se vive, se interpreta y se narra. De aquí la importancia de la divulgación y de los medios que la hacen accesible y común.

Lo urbano genera interés de exploración, investigación y práctica desde distintos ámbitos y especialidades, al tiempo que se produce una ingente cantidad de registros. Si bien el papel es el soporte predilecto para las publicaciones académicas e institucionales, en los últimos diez años el formato digital ha tenido un desarrollo importante que, de la mano de internet, ha permitido el auge de blogs que ponen a disposición registros y enlaces. Se puede decir que los blogs son un repositorio de datos, al tiempo que han permitido construir una comunidad de conocimiento abierta, accesible y diversa. Por ejemplo, los blogs de arquitectura que ofrecen contenido relativo a la ciudad y al urbanismo, curados por arquitectos dedicados a la investigación o que integran la experiencia laboral y formativa con la divulgación, con todo lo que implica «comunicar arquitectura».

Sin embargo, hay otra tecla que tocar en cuanto a lo sobrevalorado de la divulgación en el campo de la arquitectura y el urbanismo, porque la cuestión no es tanto quién escribe sino para quién se escribe. ¿Llega a todas y todos el contenido que se genera en estas comunidades? Los blogs de arquitectura y urbanismo son una fuente de información y datos, pero son leídos mayoritariamente por arquitectos y afines. Por mucho tiempo la arquitectura y el urbanismo se han cerrado en sí mismas como discursos de élite, de grupúsculos de especialistas, evitando confrontarse con personas de otros ámbitos y llegar a la ciudadanía. Es una actitud egocéntrica que muchas veces acompaña la profesión y la aleja de su verdadera misión, el servicio.

¿Por qué estos temas no llegan al colectivo?, ¿es cuestión de interés?, ¿quién genera este interés? De esto se hablaba en el año 2014 en el artículo «Nuevas formas de divulgación en arquitectura», con el acento esperanzador en la idea de que los blogs cambiarían el statu quo, pero ¿ha cambiado? Un indicador de que los temas urbanos han comenzado a formar parte del interés general es la inclusión de secciones de opinión en las web de algunos de los grandes periódicos en vista del éxito de muchos blogs, pero se queda corto.

Por otro lado, por compleja que pueda ser la integración de estos temas en el discurso cotidiano, decir que la dificultad está en el poco interés que generan en el colectivo o que los medios digitales pueden incentivarlo quizá se queda en el fango, por lo que me inclino a pensar que se trata más bien de bajar el discurso a tierra, salir de la isla del ego-especialista y hacerlo común. Cuando hablamos de ciudad, urbanismo o de arquitectura en el ámbito de la comunicación y la divulgación se echa en falta la integración de personas de otros ámbitos. La divulgación en arquitectura es también un servicio y para hacerlo común hay que llevar el discurso a la competencia de ciudadanía, independientemente de la profesión y ocupación. Quizás así podríamos hablar de una verdadera red.