Más allá de la productividad

Fotografía: Jaime Erice Torán.

El pasado 13 de junio del 2019 tuvimos la oportunidad de participar en la presentación en Roca Gallery Madrid del nuevo libro (acceder) de Stepienybarno (Agnieszka Stepien y Lorenzo Barnó), “Eficiencia y productividad en arquitectura”, publicado conjuntamente por las editoriales Fundación Arquia y Catarata. Junto a Gerardo García-Ventosa y Pacho Camino, Eva Chacón intervino en el debate respondiendo a la pregunta cuáles son las líneas maestras en las que se basa nuestro día a día para ser más productivos. A continuación, exponemos brevemente cuál fue su respuesta.

La primera, sin duda, es haber aprendido a conocernos a nosotros mismos. Más allá del clásico DAFO, lo realmente bueno es descubrir qué te interesa en la vida. Encontrar en tu historia personal ese leitmotiv que da sentido a cada elección que te ha llevado al lugar en el que estás, esos valores que te hacen ser quien eres, ese propósito capaz de dirigir tus pasos como un imán.

Decodificar tu identidad individual también te ayuda a aproximarte, de forma más natural o intencionada, a otras personas y  profesionales que comparten tus valores e intereses. Este es un paso decisivo para componer equipos de trabajo que sitúan a cada uno en su zona de genialidad, aquello que a cada cual se le da mejor y a la vez le interesa más hacer.

 

Para nosotros, un taller o estudio de arquitectura, como cualquier empresa, es un medio de transporte para acometer un viaje, en el sentido más amplio. El viaje de la vida. Por eso, la segunda línea maestra es la construcción de una visión común.

Si los objetivos de un plan estratégico no se han compartido, enriquecido y revisado periódicamente desde una dirección de empresa que incluya herramientas de trabajo colaborativo, si no ha bebido de esa inteligencia colectiva, difícilmente podrá convertirse en una realidad. ¿Qué mundo queréis ayudar a crear? ¿Cuál es vuestro papel en ese cambio? La visualización compartida hace que todas las líneas de pensamiento, valores, emociones y acciones se alineen en una sola dirección, desde los grandes objetivos hasta la más nimia de las tareas.

 

Y el tercer aspecto en el que basamos cualquier estrategia de productividad es entrenar nuestra capacidad para focalizar. Donde pones tu atención, pones la energía. No se trata sólo de hacer, sino de hacer desde la intención. De ser muy proactivos a la hora de decidir qué priorizar, qué hacer y qué no hacer. Por ejemplo, aprender a decir que no a clientes o encargos no alineados con tu propósito y valores, o saber diferenciar qué tareas debes hacer tú y cuáles debes delegar en la persona adecuada del equipo.

Disponer de esta claridad mental necesita de práctica. Y se trata de un entrenamiento de por vida, no es una habilidad que adquieres, y ya. Al igual que la creatividad,  mantener el foco requiere en buena medida cultivar buenos hábitos de autocuidado, ejercicio, contacto con la naturaleza… actividades que te permitan desconectar de las obligaciones del día a día. Porque no todo en la vida va a ser Arquitectura… ¿o sí?

Por:
- Luis Llopis i Eva Chacón - @luisbonsai, arquitecto ETSAM 1992: Tengo varios másteres y bla, bla. Me apasiona la arquitectura de Fallingwater, viajar tomando apuntes en mi cuaderno de dibujo, y desconectar sumergiéndome en el mundo submarino. @evabonsai, arquitecta ETSAG, 2006: Yo también tengo másteres, doctorado, etc. Soy curiosa por naturaleza, amante de la 'cocina' arquitectónica y la buena música. Si no me encuentras, búscame subida a alguna cubierta, árbol o montaña con buenas vistas. Nos vemos en las redes y en www.bonsaiarquitectos.es

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