CD COLTRANE Y GILBERTOGIL
Es frecuente que singulares cosas cotidianas nos ayuden a reflexionar en qué consiste el proyecto de arquitectura. La música contenida en un CD bien puede ser un ejemplo para ello.
Se ha publicado recientemente con el nombre de “Both Directions at Once”, la grabación de una sesión de estudio del cuarteto clásico de John Coltrane, del batería Elvin Jones, el pianista McCoy Tyner y el bajista Jimmy Garrison, del 6 de marzo de 1963. Debemos a Antonio Muñoz Molina que nos recordara la explicación del título del disco en uno de sus artículos 1, el consejo que Coltrane solía darle a Wayne Shorter para desarrollar un tema musical: “arranca una pieza en torno a la mitad y a partir de ahí avanza al mismo tiempo hacia atrás y hacia delante, both directions at once”.
¿Acaso no es tarea del proyecto de arquitectura avanzar precisamente en dos direcciones a la vez?
Avanzar in both directions at once, es proyectar una suerte de espacio discontinuo cuya pauta queda sostenida en el lugar desde el que proyectar una obra arquitectónica en conjunto, desarrollando hacia atrás, con la memoria y aprendizaje del pasado, inevitables referencias fundamentales donde orientarse, y hacia delante, proponiendo nuevos caminos e intenciones en cuyo recorrido se tejen ambas direcciones. Proyectar es efectivamente crear “both directions at once “.
Quizá olvidaremos pronto el tiempo de escucha con la caratula de un CD en las manos, mirando absortas sus letras, repasando sus créditos, o realmente ensimismadas por la portada cuya imagen resume eficazmente el sentido del álbum.
Es el caso de Parabolicamará, el disco de Gilberto Gil (1992), se edita con la portada diseñada por el artista gráfico y escenógrafo Gringo Cardia: una parabólica de mimbre, manufacturada y llevada a hombros por una mujer. El que también diseñara la escenografía de “Midnight’s Summer Dreams”, del director alemán Werner Herzog, ilustraba con esta imagen la música de Gilberto Gil, un tejido transcultural que une música, diseño, cine, política y sociedad, donde nosotros vemos, escuchamos en este caso, sencillamente, arquitectura.
Esta imagen del CD una elocuente metáfora del proyecto de arquitectura: hecho con las manos, como el paradójico trenzado de mimbre de la parabólica, llevado a hombros con eficaz ligereza, para conectar poéticamente lo más cercano e in-mediato, cultura material y técnicas locales, con la información que nos sitúa en un mundo. Como canta Gilberto Gil,
“Antes mundo era pequeño
Porque Terra era grande
Hoje mundo é muito grande
Porque Terra é pequeña”.