Moshe Safdie, Habitat 67, Montreal, Canada, 1967
Vivimos en tiempos convulsos tanto a nivel político como social o medioambiental. Pero, ¿cómo están la arquitectura y los arquitectos respondiendo a estos cambios?
Los años sesenta y setenta fueron décadas tumultuosas de inestabilidad política y agitación social. Desde la construcción del Muro de Berlín y los disturbios estudiantiles de Mayo de 1968, hasta la Guerra de Vietnam y las protestas antinucleares, estos años ocupan un lugar notable en nuestra historia reciente. Ideas radicales se gestaron para derribar las convenciones establecidas y transformar las prácticas existentes en diversas esferas de la vida, incluida la arquitectura.
Durante este período, un gran número de arquitectos y colectivos emergieron para desafiar las normas establecidas por el movimiento moderno, reclamando a través de sus ideas, el poder transformador de la arquitectura para cambiar la sociedad, las ciudades y el pensamiento. En estos años, Buckminster Fuller proponía una cúpula de tres kilómetros sobre Manhattan para regular las condiciones climáticas y reducir el uso de energía. Moshe Safdie construía el complejo de vivienda social Habitat 67 en Montreal mientras la comuna hippie Drop City tomaba forma en Colorado. Los colectivos Archigram, Archizoom y Superstudio, cuestionaban en Italia y Reino Unido cómo las ciudades evolucionarían en un futuro dominado por la tecnología, mientras en España José Miguel de Prada Poole imaginaba un futuro de plástico a través de sus ciudades efímeras inflables. Juan Navarro Baldeweg presentaba sus propuestas para un bosque tropical en un paisaje ártico y Ricardo Bofill completaba el icónico Walden 7 en Barcelona. Algunos de esos proyectos por jóvenes arquitectos en los primeros años de su ejercicio profesional se realizaron. Muchos otros no.
Clark Richert, Drop City, The Complex, El Moro, afueras de Trinidad, Colorado c. 1966
Sesenta años después, se podría decir que hoy vivimos en un período igualmente turbulento de cambios globales y una agitada situación ambiental, política y social. La emergencia climática o los cambios geopolíticos tienen un calado transnacional. Nuestras ciudades están cambiando al igual que la sociedad, la manera en la que interactuamos y los flujos económicos que definen el mundo en el que vivimos. Pero, ¿cómo está la arquitectura y los arquitectos respondiendo a estos cambios?
En la exposición ‘What is radical today? 40 positions on architecture’ que ha cerrado recientemente en la Royal Academy of Arts en Londres, les pregunté a 40 arquitectos, teóricos y artistas internacionales qué es radical hoy en arquitectura. Entre ellos había varias generaciones, incluidos algunos de los arquitectos del movimiento radical de los sesenta como Peter Cook, Denise Scott Brown, Andrea Branzi, Gaetano Pesce o Kate Macintosh. La pregunta era compleja y era intencionalmente abierta, dejando intuir si realmente existía alguna radicalidad hoy en arquitectura o en las propias ideas de los arquitectos. Sin embargo las respuestas fueron en su mayoría muy precisas. Muchos participantes cuestionaban el rol del arquitecto en el sistema y reclamaban una práctica más colaborativa para devolver el valor transformador de la arquitectura.
La arquitectura de hoy es muy diferente a la del movimiento radical de los sesenta y setenta. Pero existe algo en común, una necesidad de reacción de los arquitectos jóvenes. Una búsqueda de ideas que respondan al complejo mundo en el que vivimos. Esas ideas a veces se materializaran y otras veces quedaran en papel. Unas veces tendrán la forma de una cooperativa para construir viviendas sociales, otras veces serán una investigación universitaria sobre movilidad urbana. Unas veces serán una casa sostenible para un familiar y otras un programa vecinal de acciones urbanas. Las materializaciones son infinitas, pero todas tienen una idea radical detrás, un espíritu de cambiar la forma prestablecida de actuar. Todas ellas son las que buscamos para esta convocatoria de Arquia Próxima.
Juan Navarro Baldeweg, Bosque tropical para un paisaje ártico. Aplicación de un Sistema de control climático, 1972
Autor: Gonzalo Herrero Delicado