INSTAURAR EL DERECHO A LA CIUDAD
“Este artículo es un fragmento de nuestra ponencia en la Jornada sobre el estado social y la vida digna organizada por el Ararteko, Defensoría del Pueblo del País Vasco, el pasado 3 de octubre de 2014 en Bilbao. El artículo completo (que podéis consultar haciendo clic aquí) se titulaba «El derecho a vivir en espacios socio-urbanos dignos y el derecho de participación ciudadana», un nombre sugerido por el entoces Ararteko, Iñigo Lamarca. El texto formó parte de una publicación más amplia que recogía las distintas ponencias de el encuentro.
A continuación podéis leer nuestras reflexiones en relación a como impulsar el derecho a la ciudad. Es decir, a cómo transformar la práctica urbanística de la burbuja inmobiliaria —en la que urbanismo desgraciadamente se convirtió en sinónimo de especulación— en una herramienta para generar espacios en los que las personas puedan desarrollar un vida digna con plenas garantías. Esperamos que os resulte interesante. Ya sabéis que nos podéis hacer llegar vuestras reflexiones a través del apartado de comentarios disponible al final del post.
Instaurar el derecho a la ciudad
El título de artículo bien podría resumirse en ese «derecho a la ciudad» que reclamaba el filósofo y sociólogo francés Henri Lefebvre en su homónimo y totémico libro[1]. Evidentemente, resultaría una osadía haber tratado de plantear ese mismo nombre para este texto. No obstante, ese concepto tal vez responda mejor a las ideas que se quieren desarrollar en él. En este sentido, Lefebvre se refería al «derecho a la ciudad» como uno de los derechos fundamentales de las personas, un derecho que implica la motivación de la ciudadanía para construir la ciudad de forma colectiva, como parte de un proyecto común. La obra, que surge a raíz de analizar el desarrollo de ciudades en los países de economía capitalista, denuncia la transformación de la ciudad en un mero producto al servicio exclusivo de los intereses de la acumulación del capital (…)”
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