¿CUÁNTO SABES DE CÓMO EL ENTORNO TE ESTÁ AFECTANDO?
Por Marta Delgado
How can a painting, consisting of paint on canvas, and a building made of dead matter, make us feel anguished or happy, bored or stimulated, rooted or alienated?
Juhani Pallasmaa
¿Cuál es la relación entre la arquitectura y los seres humanos? ¿Podemos verdaderamente entender cómo los entornos construidos afectan a las personas que los utilizan? Bueno, lo que sí sabemos es que el entorno construido influye constantemente en las capacidades, comportamientos, estados de ánimo y salud de las personas.
Instituciones como la Academia de Neurociencia para la Arquitectura de San Diego utilizan tecnología puntera en neuro-imagen para investigar cómo sucede la percepción de belleza, significado y confort en un espacio, y cuál es la lectura emocional que genera nuestro cerebro de lo que vemos y percibimos de nuestro entorno. Quieren que podamos mejorar el diseño de nuestros espacios entendiendo y apoyando la mente humana.
La realidad es que en el campo de la arquitectura aún no estamos aplicando los conocimientos que existen sobre el funcionamiento del cerebro. ¿Eres consciente de que en una sala escoges instintivamente colocarte sentado de espaldas a la pared que en un lugar donde sientes que puede pasar alguien por detrás tuyo? En el segundo caso tu mente está en alerta porque no controla lo que queda fuera de su campo de visión. A esto le podemos llamar estrés ambiental inconsciente.
Nos preguntamos cómo, en cambio, podemos hacer espacios que generen confort y apoyen a la biología de ser humano. Nos parece que el impacto que tiene el espacio sobre nosotros es relevante ya que pasamos más del 90% del tiempo en entornos construidos, casi siempre en las mismas habitaciones y lugares de trabajo. Por lo que pensamos que para ello la ciencia tenga algo que enseñarnos.
¿Por qué te sientes mejor en un entorno confortable? Un cerebro que no está en alerta por el estrés ambiental inconsciente tendrá espacio para pensar, sentir y expresarse mejor. Hablamos de poder mejorar la eficacia de nuestras capacidades cognitivas como el aprendizaje o la concentración, reforzar el sistema inmunológico para asegurar nuestra salud, permitir más posibilidades de interacción social y aumentar nuestras percepciones sensoriales del entorno. El caso contrario es como encender la música y salir de la habitación. La oirás apagada y estarás perdiendo muchos matices. Esto es lo que pasa con tus percepciones del mundo cuando estás bajo el estrés consciente o inconsciente. En cambio, una arquitectura dirigida a la creación de confort y experiencia se hace más relevante para los sentidos, creando afección con las personas, que es un componente imprescindible para que nos sintamos emocionalmente vinculados a un lugar.
Proponemos un cambio de paradigma en la arquitectura que centre de nuevo el arte de construir entornos en la experiencia y actividad humana. Una arquitectura que incorpore la vida en todos sus aspectos, que actúe desde la empatía, la creación de significado y la contribución efectiva a nuestras necesidades mentales y sentimentales. Un paso más allá del “firmitas, utilitas, venustas”. Como anticipaba Alvar Aalto “produciremos entornos construidos más humanos extendiendo nuestra definición de Racionalismo […] cubriendo incluso el campo psicofisiológico”.
Autora: Marta Delgado
Estudio arquitectura en la School of Architecture de UIC Barcelona, y me interesa profundamente la relación entre arquitectura, mente, experiencia y comportamiento. Por eso decidí empezar Archiimpact junto con Sergi Viñals para hablar sobre los temas que nos interesan y donde puedes suscribirte y encontrar más información interesante de cómo la arquitectura influye en las personas que la habitan . También he estudiado arquitectura y cognición en la universidad ETH de Zúrich. Puedes visitar mi web personal aquí.
Hola Marta,
muy interesante el articulo, otra cosa que me parece interesante es el movimiento constante de objetos que conforman los espacios; de esta forma la perspectiva del lugar y el ambiente cambia al igual que el punto de vista de quien lo habita.
Gracias por tu comentario Pablo,
¡Me gusta tu visión! Me hace pensar en un entorno vivo y estimulante, que logra transmitir emociones y crear una experiencia. ¿Sabias que nuestras neuronas espejo también se identifican con los objetos y los espacios? Por eso una escultura o un lugar dinámico te hace «reflejar» mentalmente la sensación de movimiento y te estimula muchísimo.
Interesante artículo !
Sería interesante reexaminar la evolución de la arquitectura en el siglo XX y XXI, y ver si ésta se ha acercado o alejado de esta arquitectura de afección entre las personas que comentas en el artículo. ¿Es la arquitectura de hoy más empática que la de siglos anteriores? ¿Tú que crees?
Gracias por tu aportación Javier,
Yo creo que la de hoy es poco empática. ¿Alguien se preocupa de contribuir en quienes somos y en entender el espacio como una extensión de nosotros mismos?
Hola Marta. Interesantísimo el artículo. Me alegra mucho que esta nueva corriente, que a mi juicio es muy necesaria, aparezca en un espacio tan visitado e importante como éste. Me ha gustado mucho lo que dices de sentirnos emocionalmente ligados a un lugar. Creo que es una sensación que la arquitectura debería propiciar y no siempre es el caso. Hace años que estoy interesadísima en el tema, y leo todo lo que puedo acerca de ello. Alain de Bottom, filósofo suizo y apasionado de la arquitectura habla en su maravilloso libro «La arquitectura de la felicidad» de edificios que han considerado esta relación entre las emociones y los espacios, dando ejemplos de grandes obras y analizando bajo este prisma por qué lo son. Argumenta de forma rigurosa los mecanismos que se han utilizado para que sean proyectos imperecederos. Por fortuna, cada vez hay más documentación sobre el tema. Y arquitectos interesados en investigar en profundidad esta conexión, entre los lugares que habitamos y el estado de ánimo/emociones que sentimos al habitarlos. Y para ello, creo que desde ambas ópticas se puede empezar, desde lo emocional (conociendo como funciona nuestro cerebro) y/o desde lo técnico (construyendo teniendo en cuenta que los espacios influyen en nuestras decisiones). De nuevo, enhorabuena por el escrito. Silvia
Muchísmas grcias por tu comentario Silvia. De tus palabras se nota el entusiasmo que tienes por la temática. Yo voy a seguir investigando en esta conexión entre las personas y sus lugares, como dices, ¡hacia una arquitectura de la felicidad!
Hola, me es familiar la cita de Alvar Aalto, y se me vienen a la mente la simbología como medio para establecer esa conexión psicológica, muy ligada a la memoria, es por eso que Aalto lo utilizo para sus pabellones de exposición, o eso entendí. Ahora como una anécdota, tuve la oportunidad de ver la disposición de los escritorios (áreas de trabajo) de una oficina, donde los empleados le daban la espalda al jefe del salón, pensé: esto es igual que el panóptico, jejejeje