CONVIVIR CON LO IMPERFECTO
Por Miguel Ángel Díaz Camacho Desde Párrafos de Arquitectura
“Aprender arquitectura puede resultar una actividad fascinante y a la par extenuante. El ejercicio de proyecto, diseño o crítica, supone una de las pruebas más difíciles de abordar para cualquiera, más aún cuando nos encontramos aún en la etapa formativa: necesitamos conocer parair haciendo. Las sucesivas correcciones y revisiones del profesorado se establecen sobre la idea de la imperfección del material presentado por el alumno, un trabajo reiterativo sobre algo que aspira siempre a ser mejor, en ocasiones algo que aspira incluso a ser perfecto. Siempre. Sin embargo, el hecho mismo de proyectar significa convivir de algún modo con aquello que resulta insuficiente, un estado permanentemente inacabado que nos hace buscar y proseguir. Proyectar significa convivir con lo imperfecto.
En la imagen, un informe sobre el joven estudiante de arquitectura Richard Rogers (1), describe lo que podríamos considerar una crítica feroz, no ya sobre un proyecto concreto del alumno, si no sobre sus capacidades y aptitudes más elementales: «El acceso de Rogers a 4º Curso no fue exitoso. Tiene un interés genuino y sensibilidad para la arquitectura, pero lamentablemente carece del equipamiento intelectual necesario para traducir esta sensibilidad en edificación.(…)”
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