ANTONIO MIRÓ VALVERDE. ARQUITECTURA Y CINE
Por Pedro Alonso Ibáñez Desde Cerca de la Puerta de Tannhauser
“Debió ser hacia el año 96. Yo ya llevaba tiempo quedándome en casa los lunes por la noche a ver Qué grande es el cine, el programa de José Luis Garci, la película y el coloquio, ante las protestas de mi madre, que todos los lunes me volvía a preguntar ¿esta noche también te vas a quedar? y, al día siguiente, cuando volvía de la escuela, abatido, me repetía que tenía que dormir más.
Yo aprendí el lenguaje cinematográfico viendo este programa: qué era un primer plano, una secuencia, un plano secuencia, un travelling, una puesta en escena… Con aquellos míticos coloquios aprendí a fijarme en cómo se construían las películas.
Aquél año yo estudiaba Elementos de Composición, en la Escuela de Arquitectura de Madrid, en la cátedra de Proyectos que compartían Julián Laguna y Antonio Miró. Mi profesor era éste último, uno de los mejores y más atípicos profesores de proyectos que tuve en la escuela. Humilde, educado, amable, serio, y una excelente persona. Sin duda, el que recuerdo con más cariño. (…)”
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