LA REALIDAD DEL ARQUITECTO
Desde Stepienybarno
«Son malos tiempos para la lírica. Para la lírica y para casi todo; pero, para nosotros, los arquitectos, son tiempos de los peores. Esta realidad, a veces, no sabemos muy bien por qué, no termina de hacerse evidente.
Hoy, no vamos a hacer un post optimista, no hablaremos sobre las fortalezas del arquitecto, ni tan siquiera sobre nuevas salidas profesionales; esto ya lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo; hoy toca un post diferente, quizás más duro, pero, a lo mejor, más real.
La economía del país va de cráneo, más bien la de medio mundo, pero la nuestra ya lleva seis años en picado y lo que nos queda. Uno de los sectores más tocado por la crisis es, sin duda, el de la construcción. También, es cierto que, los malditos recortes están dejando temblando a otros muchos, pero lo del nuestro es de traca. No hay trabajo; o hay muy poco, ínfimo, para los que somos y cada vez somos más; 50.000 colegiados, más otros ¿25.000? sin colegiar y los más de 30.000 futuros arquitectos, hoy en las escuelas de arquitectura, no son ninguna tontería.
A su vez, no es menos cierto que, ante ello, de nada sirve llorar. Los afortunados que puedan seguir realizando proyectos de arquitectura a por ellos, pero otros muchos tendremos que emigrar a la periferia de la arquitectura o usar nuestras fortalezas para ser útiles en otros campos de batalla.
Nuestra precariedad laboral, ahora elevada a la máxima potencia gracias a determinados Ministerios, no es nada nuevo; curiosamente, ni en tiempos de bonanza la situación del arquitecto era para tirar cohetes.(…)»
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