5 puntos básicos para una arquitectura digna

Una de las consecuencias más perniciosas del ensimismamiento y la autosuficiencia de la Arquitectura (la A mayúscula es irónica, somos más de hablar de arquitecturas), tanto en el mundo profesional como (de forma superlativa) en las universidades, es la grave ignorancia que crea en torno a temas tan básicos como el trabajo, la gestión de empresas o la ley, entre muchas otras.

Este extendido desconocimiento impuesto y autoimpuesto con orgullo, por tratarse de temas grises y secundarios, ha conllevado en la práctica un sistema anómalo donde, con demasiada frecuencia, se defrauda, explota, precariza y autoprecariza; y esto naturalmente acaba perjudicando a los profesionales, a la profesión y a la sociedad.

Enumeramos a continuación 5 principios que sentimos necesario difundir y reivindicar para reconstruir una profesión digna y responsable:

1_ Un estudio de arquitectura es una empresa

Probablemente no sea necesario hacerse experto en creación, gestión y dirección de empresas (todo dependerá del tamaño del estudio) pero no resulta un esfuerzo tan grande acudir a alguno de los cientos de cursos gratuitos que ofrecen los centros de emprendimiento empresarial de todas las administraciones públicas. Y no se trata tanto de realizar una gestión excelente de tu estudio, sino de evitar situaciones de explotación o ilegalidad por pura ignorancia.

 

2_ Un autónomo funciona como una empresa unipersonal

Un autónomo o freelance debe pagar IVA e IRPF, y puede contratar trabajadores, por lo que en la práctica funciona como una empresa unipersonal sin personalidad jurídica (con varias excepciones que podéis encontrar aquí) y, por tanto, le son aplicables los consejos que proponíamos en el punto anterior.

 

3_ Un trabajador con horario, puesto y un pagador único es un trabajador, no un empresario

“Contratar un autónomo», además de falaz, dejémoslo claro, es ilegal. La persona contratada no recibe la protección en seguros sociales, paro, jubilación, despido y todos los demás derechos laborales que le son propios y que hacen que este país no se vaya a pique, porque estas condiciones genera estabilidad y bienestar. La respuesta a la pregunta que se suele hacer a continuación es clara: si no lo puedes pagar, entonces no puedes contratar.

 

4_ Cualquier trabajador tiene derecho a recibir una retribución por su trabajo

A pesar de que a través de convenios con algunas entidades suponemos que se pueda contratar a becarios sin beca; es decir, sin ninguna remuneración y, por tanto, no sea una situación ilegal, sí vemos inmoral obtener un beneficio económico del trabajo de personas que no obtienen casi nada a cambio, solo prestigio, pero ya sabemos que el prestigio no da de comer. Por tanto, nuestra recomendación es: no trabajes gratis, no des trabajo gratis.

 

5_ Si no vives de tu trabajo, entonces quizá no sea un trabajo

También, se da el caso de arquitectos que no paran de dar conferencias, de impartir talleres, de hacer ofertas para geniales proyectos, pero su cuenta bancaria se mantiene en números rojos durante años. Quizá sean víctimas del fenómeno del “triunfracaso”.

 

Una variante oculta de esta situación surge de las personas que pueden realizar este tipo de actividades no retribuidas porque tienen un apoyo económico familiar o una renta externa, creando un espejismo de verosimilitud que acaba por confundir a emprendedores y clientes.

 

Imagen de portada: Adriana Martínez

Por:
Paisaje Transversal es una oficina de Planificación Urbana Integral que ofrece asesoría y consultoría en la transformación de las ciudades y los territorios desde una perspectiva innovadora, integral y participativa. Desde el inicio de nuestra andadura profesional a finales de 2011 hemos desarrollado más de 100 proyectos repartidos entre España, Europa y Latinoamérica.

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