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Es muy habitual encontrarnos con este reduccionismo… quizás no tanto en los ámbitos académicos (aunque también), pero sí habitualmente “en la calle”, cuando hablamos no sólo con ciudadanos de a pié, sino también con profesionales compañeros nuestros.
Así, muchas veces he tenido una conversación que ha arrancado más o menos así:
-Y, ¿a qué te dedicas?
-Soy profesor de urbanismo.
-¿De planeamiento?
-No, de urbanismo.
Como docentes, pero sobretodo como apasionados de las ciudades, de su estudio y su disfrute, no podemos entenderlo. Es como si pensáramos que la única capacidad de un arquitecto que diseña y construye edificios es “saberse” el CTE. Si la legislación, o mejor dicho, los mínimos (ya sean, dimensiones, exigenciales o estándares) fueran nuestros únicos referentes a la hora de proyectar, el resultado sería nefasto… quizás eso es lo que ocurre en realidad y, por eso, tenemos las ciudades y el paisaje urbano que nos rodea. A partir de aquí tres pequeñas reflexiones.
En primer lugar decir claramente, y sin ningún pudor, que un arquitecto que diseña proyectos urbanísticos y reflexiona sobre cuestiones urbanas, puede no ser experto en planeamiento, y sabéis que: ¡No pasa nada! Como proyectistas debemos conocer la legislación, porque sin asumirla, asimilarla y cumplirla los proyectos no llegarán a la realidad. Pero también es cierto que, de la misma manera que cuando proponemos un muro cortina buscamos expertos en la materia, capaces de asesorarnos sobre su diseño y ejecución, también podemos buscar la ayuda de un experto en planeamiento para la redacción de un plan urbanístico necesario para llevar a cabo una estrategia de regeneración urbana, por ejemplo.
Quizás podamos encontrar el origen de esta confusión en la docencia del urbanismo en nuestras escuelas de arquitectura. Frente a la separación existente entre la docencia de proyectos arquitectónicos y construcción, en la docencia del urbanismo encontramos cuestiones relativas al análisis urbano, el análisis territorial, el estudio del paisaje o el planeamiento donde en algunos casos el aspecto legal se impone al resto de cuestiones. Pero, la docencia del urbanismo tiene reconocida la capacidad proyectual que debe ponerse de manifiesto y ejercerse de una manera decidida en todos estos ámbitos.
Y por último, algunos dicen (nosotros también lo decíamos), que proyectar una vivienda o una actuación urbana es, en el fondo, lo mismo. Con el tiempo hemos matizado nuestra postura para afirmar que, si bien la estrategias pueden ser similares, por ejemplo la construcción de un lugar donde cada cual pueda tener la capacidad de expresarse libremente de manera individual, pero formando parte de una colectividad, las herramientas son específicas de cada una de estas actividades, y en especial los referentes. Nosotros trabajamos con referentes y entendemos que la construcción de un conjunto de buenas prácticas específicas, como ejemplos de cómo llevar a la realidad las estrategias proyectuales, es la clave para acometer todos y cada uno de nuestros nuevos proyectos (ya sean urbanos o de edificación).
