¿Qué esperan los estudiantes de arquitectura?
Para cualquier arquitecto su paso por una escuela de arquitectura es algo que difícilmente puede olvidar. Una de las partes más críticas de este proceso es la transición de lo académico a lo profesional, cuando uno se siente demasiado maduro para ser estudiante pero aún muy verde para el mercado laboral.
Recientemente han sido publicados los resultados de la Encuesta Online de Estudiantes de Arquitectura de 2017 que realiza la Fundación Arquia. Sus resultados, que ya de por sí hacen una composición de lugar interesante, toman un nuevo significado si los cruzamos con los datos arrojados por la Encuesta Online de Arquitectos de 2017 realizada también por la misma fundación.
Más allá de la confirmación del imaginario colectivo que aparece en cualquier lugar del mundo donde se estudia arquitectura, en la cual nos regodeamos con la cantidad de horas que semanales que le dedicamos a nuestros estudios o las carencias que observadas durante proceso formativo, existe una demanda que se ha prolongado durante varias generaciones de arquitectos: la necesidad de conectar los últimos años de formación con los primeros de ejercicio profesional.
Tomando los datos de las encuestas anteriormente mencionadas, nos encontramos con que aproximadamente la mitad de los estudiantes de último año y PFC ya están trabajando, aunque solamente uno de cada cinco en estudios de arquitectura. Si nos centramos en el caso concreto de las prácticas profesionales, algo más del 60% de los estudiantes dicen haberlas realizado durante su formación. Esta situación, sumada a la innegable precarización de nuestra profesión, puede ser una de los causantes de que cuando vemos el ratio de ingresos de los arquitectos aparezca que aproximadamente un tercio está por debajo de los 10.000 € anuales.
Poniendo el foco de atención ahora sobre las salidas profesionales, un tercio de nuestros estudiantes asumen que tendrán que dejar España para encontrar trabajo. Respecto a los ámbitos de trabajo, el área de proyectos sigue siendo el favorito de los futuros profesionales seguido de los campos de restauración/rehabilitación y el urbanismo, aspiraciones que, curiosamente, se corresponden de manera muy aproximada a la realidad de los encargos profesionales a los que se dedican en general los arquitectos ya titulados.
En cuanto al modelo profesional al que aspiran nuestros estudiantes, cabe destacar como el formato colaborativo ha ido calando hasta convertirse en la situación más deseada con un 45’3% junto con el perfil más tradicional de profesional independiente que se sitúa en segundo lugar con un 18’2%, siendo ambas situaciones muy cercanas a la realidad de nuestra profesión.
Así pues, podemos concluir que, estamos ante una generación de futuros arquitectos plenamente concienciados del estado de la profesión a la que pretenden dedicarse y que empiezan a guiar su perfil como futuros profesionales ya desde su etapa de formación.