Una crítica
Por José Ramón Hernández Correa
Desde Arquitectamos Locos
“Últimamente he recibido varias opiniones en la línea de que este es un blog divertido, simpático, majete… pero en el que no se hace una crítica arquitectónica seria. Y me ha dolido. Me ha dolido porque quienes me han hecho tales observaciones tienen razón.
Me he picado en mi amor propio y he decidido exhibir mi capacidad crítica. Para ello voy a hablar de un edificio notable: Ática 7, en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
No tengo el honor de conocer el nombre de su autor, pero lo prefiero. A menudo la fama del artista impide una visión limpia y desprejuiciada de su obra. Analicemos, pues, este edificio por sus propios méritos.
Se trata de un edificio de oficinas diseñado con gran cuidado y precisión. La fachada de vidrio está formada por piezas rectangulares colocadas unas encima de otras y unas al lado de otras, formando filas bien alineadas.
Todo coincide. No hay franjas torcidas. Todo cuadra.
Los vidrios están muy limpios.
Hay varios pórticos colocados en distintas fachadas y con distintos criterios: No en los centros, no en los ejes de simetría, no en las direcciones principales. Es un alarde de arquitectura moderna, libre y no dependiente de rancios esquemas compositivos (…)”
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