LA VIDA URBANA DE ARNOLD
Por Victoria Escalante
Desde Ficarq
“La habitación de Arnold era el sueño de todos los niños: un ático semi aislado donde no subían nunca los adultos. La cama estaba dentro de un nicho, había un sofá que salía del muro y en vez de techo había un gran tragaluz de vidrio con salida directa a la azotea. La pequeña habitación nos transporta a una realidad urbana sin filtros. Arnold vive en Hillwood, una ciudad ficticia con muchas similitudes a Brooklyn, Seattle y Portland, en un barrio diverso y semi densificado. Su hogar es una casa de huéspedes, su escuela está debajo de una gran autovía y sus juegos se dan a pie de calle.
¡Oye Arnold! es un dibujo animado que cautiva a cualquiera. Si bien fue presentado por Nickelodeon como un dibujo para niños, las temáticas que toca resuenan también a una audiencia más madura, desde un retrato de adicción con El Niño Chocolate (episodio 90), una parodia de El Padrino en El Gran Gino (episodio 64) y hasta una triste historia de inmigrantes en La Navidad de Arnold (episodio 20). La genialidad de ¡Oye Arnold! radica en la capacidad que tiene de contar historias complejas sin perder la inocencia de un dibujo animado para niños (…)”
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