Motivos por los que el ‘personal branding’ es esencial para los arquitectos a pesar de su inexplicable mala fama
El Personal Branding (Marca Personal en castellano) no consiste en convertir a las personas en “productos” (parafraseando a Risto Mejide), o en seres extravagantes.
Tiene como objetivo encontrar las cualidades que nos hacen únicos, para después comunicarlas eficazmente, y así mejorar nuestra reputación en un sector laboral concreto. Para ello resulta muy importante tener claro cuál es nuestro público objetivo y qué necesita de nosotros.
1.- El Branding destaca los valores del individuo, no del colectivo profesional
Los criterios de valoración de nuestras escuelas no dan la misma importancia a todas las asignaturas, ni admiten como valiosos todos los perfiles. Y al terminar nuestros estudios, cambia nuestro público objetivo: ya no nos juzgan los profesores, sino nuestros potenciales clientes (que pueden ser profesores de Arquitectura o no.)
Amplía tu formación según las facetas en las que destacas, no por la demanda del mercado o para ganar concursos. Si disfrutas enseñando, calculando estructuras, planteando iniciativas, potencia esas vías. Quizá no sea imprescindible que aprendas a plasmar Infografías fotorrealisticas.
2.- Tratarse “como una marca” es lo mismo que “proyectarse a uno mismo”
Cuando trabajamos en un proyecto, nos adaptamos a sus condicionantes para que el resultado sea único (para ese solar y ese uso.) A veces le ponemos un nombre que refuerza la idea principal.
De la misma manera, has de poder comunicar en pocas palabras en qué aportas valor, a partir del análisis de tu trayectoria vital. ¿Cuál es tu idea de proyecto personal? Si haces buenos bocetos, escribes bien, si eres asertivo, vincula esos aspectos positivos a tu faceta profesional. Y cuéntaselo a los demás: en tus redes, en tu web, haciendo networking…
3.- Quieres hacer lo que te gusta, pero, ¿te van a pagar por ello?
Tu público solo estará dispuesto a remunerarte si resultas útil para ellos. Por ejemplo, escribir un blog es una buena manera de comunicar lo que sabes, pero no deja de ser una inversión a largo plazo. Monetizarlo sólo es posible si recibes miles de visitas.
4.- Y aporta contenidos de valor
Aunque te esfuerces en repetir que eres un “experto” en las redes, la vacuidad tiene las patas cortas. Construir una identidad falsa es lo opuesto al Branding.
Has de poder acreditar que sabes de lo que hablas, por estudios o experiencia. Si no la tienes, desarrolla un portfolio con anteproyectos que tú mismo plantees. Que no te tilden de “cantamañanas” o “vendedor de humo”.
5.- Difunde tu conocimiento en la red social adecuada
En Facebook hay muchos profesionales del gremio, así que puede ser un escaparate interesante para tí si eres profesor o investigador.
Linkedin es la comunidad de los directivos y las grandes empresas, ingenierías, compañías de tasación, etc. Linkedin Jobs está adquiriendo cada vez más relevancia.
Instagram es la prueba de que una imagen vale más que mil palabras. Posiblemente sea mejor fotografiar tus obras que hablar de ellas.
Twitter es para los iniciadores, porque resulta muy sencillo interactuar públicamente con profesionales de otros sectores. En Twitter, más que compartir, se departe.
Espero que con este artículo hayas encontrado motivos para trabajar en tu Branding Personal. Como ves, sólo se trata de conocerse. Y de asumirse.