PROFESORES DE ARQUITECTURA
Por Stepienybarno
“Sobre lo que han sido, son y pueden ser los profesores de arquitectura va la entrada de hoy.
No es la primera vez, ni será la última, que tocamos tan peliagudo tema y siempre que nos animamos a pensar en voz alta sobre el mismo, se genera un buen debate.
¿Te animas a acompañarnos?
1_ UN MUNDO 2.0
Hace diez años estábamos saliendo de las aulas con la sensación de que habían sido unos años tan fascinantes como intensos. Si algo tiene la carrera de arquitectura es que, a pesar de su dureza, si te gusta de verdad, se pasa en un Jesús.
También es cierto que, la otra sensación con la que salíamos es que no se había hecho especial hincapié en prepararnos para la dura realidad laboral que nos esperaba a la vuelta de la esquina.
Esta impresión se corroboraba al primer asalto con el mundo exterior y los resultados eran los que eran. Mirando para atrás, cuesta creer que sacásemos adelante los proyectos que hemos hecho y que no nos hayamos arruinado por el camino. Es decir la preparación, a nivel empresarial, fue casi nula, y el destino quiso ser benévolo con quienes escriben estas líneas.
Así, ahora que nos toca volver a las aulas a dar cursos y charlas, vemos que nuestras Universidades no han cambiado tanto (salvo excepciones como pudimos comprobar hace poco: URJC –ver aquí-).
A la anteriormente citada desconexión con la realidad laboral, ahora hay que sumar la casi nula adaptación de nuestras escuelas al mundo hiper-conectado que nos toca vivir. Tener un blog de la asignatura no es adaptarse a estos nuevos tiempos; es mejor que nada pero no es lo que toca.
Una buena universidad de arquitectura, debiera tener una correcta presencia en la red, por dos motivos principales: por un lado, por respeto a sus clientes, los alumnos, y, por otro, porque estando bien la red, alcanzan más visibilidad, mejorarán su reputación digital y, en consecuencia, tendrán más opciones de que los alumnos quieran matricularse. No parece tontería tomarse este tema más en serio; más aún, viendo que los recursos, de todo tipo, que se necesitan para conseguirlo son mínimos (…)”
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