manuel saga

Clasificar para controlar – sobre los índices de revistas científicas y su enfrentamiento

Vivo en mi interior una contradicción profunda.

Por un lado, URBS Revista de Estudios Urbanos y Ciencias sociales cumple cuatro años muy pronto. Un proyecto que nació como protesta ante la presión que los modelos de medición científicos han ejercido sobre las Ciencias Sociales 1. Obligados a pasar por el aro de lo cuantitativo, a disfrazarse de investigadores de bata blanca, los padres de URBS decidieron que no más.

Si tu investigación puede publicarse en otras revistas, no llames a URBS. Nosotros queremos a los que no quiera nadie, a los artistas, a los fotógrafos, a los mutantes fuera del estatus exigido.

¡A la mierda el estatus!

Baltasar Fernández, editor de URBS.

Por otro lado, actualmente me dedico a asesorar a arquitectos investigadores sobre cómo optimizar el impacto de sus publicaciones de cara a la medición estatal colombiana. No interesa quién leerá en realidad los artículos, sólo se trata de disfrazarse, de hacerse valer ante el juez medidor. El origen de la contradicción es obvio.

En algún gran despacho se decidió que debe existir un mismo modelo de medición para todos los científicos, sin importar disciplinas ni campos de estudio. Diseñaron un juego tenebroso de citas circulares, yo te cito a ti, tú me citas a mí, y seguiremos en la parte alta del ranking. Si revisamos las revistas de arquitectura de Scimago Journal Rank 2, gestionado por la editorial británica Elsevier, la mayoría de ellas son publicaciones británicas, siendo la de mayor puntuación editada por… efectivamente, por Elsevier. No es sorpresa que los que inventaron las reglas sean los que mejor sepan jugarlas.

Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, existen estándares y procedimientos de calidad reconocidos internacionalmente. Si queremos que nuestras investigaciones sean valoradas por los organismos que pueden financiarlas, estamos obligados a entrar en el sistema. Si estamos dispuestos, deberíamos plantear el paso de forma estratégica.

Publicar en revistas indexadas no significa morir en el resto de medios. Igual que no nos cerramos a un solo blog, en la publicación científica también podemos elegir qué publicamos en según en qué sitios, según qué objetivos.

Por otro lado, para nosotros el juego aún está construyéndose. Encontramos que revistas clásicas como Architecture d’Aujurd Hui han entrado a estos rankings y son consideradas como publicaciones científicas, a pesar de que tradicionalmente su objetivo ha sido la divulgación. En Colombia, por ejemplo, se están ensayando categorías que valoran creaciones artísticas o arquitectónicas basadas en la investigación.

Lo que está claro es que si buscamos financiar una investigación consecuente no podemos andarnos con chiquitas. Hacen falta tiempo y dinero, ya basta de levantamientos dibujados por estudiantes.

¿Cómo nos haremos merecedores de dichos recursos? No creo que fuera justo pedirle al biólogo que cambie sus reglas porque a nosotros ahora de pronto nos pique la cartera. Tampoco que sea equitativo medir a todos por el mismo rasero, pues ni siquiera tenemos claro cuál es el papel de nuestra disciplina en el panorama científico internacional.

Hay una tradición de evaluación académica que en Arquitectura aún está por construirse. Quiero pensar que está en nuestras manos que esa construcción no caiga en los mismos vicios de las disciplinas que empezaron antes. En este sentido, las palabras de Baltasar no son una bandera a seguir, sino una señal de aviso.


Portada: Maquetas expuestas en SCI-Arc, Los Angeles.

Por:
(Granada, 1986). Research Fellow en Dumbarton Oaks, Trustees for Harvard University (Washington DC). Doctor en Historia de la Arquitectura (Politecnico di Torino) y Doctor en Historia del Arte (UGR). Arquitecto egresado de la ETSAG y Magíster en Arquitectura de la Universidad de los Andes, Colombia. Socio fundador de Amate+Saga, oficina de arquitectura y diseño estratégico. Asistente editorial del Journal académico Architectural Histories, perteneciente a la European Architectural History Network. Colaborador habitual de National Geographic Historia. Antiguo corresponsal de La Ciudad Viva .

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